La prodigiosa tarde de baltazar

Una gran obra de arte, realizada en un día mágico, tiene tanto valor que no puede venderse sino obsequiarse, como símbolo de un sentimiento especial. Este relato del colombiano Gabriel GarcíaMárquez, premio Nóbel en 1982, desconcierta por la actitud del protagonista, inusual en una época donde el utilitarismo es la norma; pero sin duda existen como oasis en los desiertos, personas dignas,transparentes, que respetan la palabra dada, desapegados de lo material y guiados, tal vez, por una brújula cuyo norte es el corazón humano. El protagonista es Baltasar, artesano de gran experiencia ytalento. Después de varios días de esfuerzo e inspiración, construyó la jaula más bella que ojos humanos jamás habían visto. Innumerables curiosos la contemplaban extasiados. La hizo por encargo de un niño,cuyos padres poseían solvencia económica. Baltasar y su esposa titubeaban entre diferentes precios posibles, como hace cualquier familia de pocos recursos económicos que desea vender el objeto, frutode su trabajo, a un precio justo. Aparece un comprador, un médico cuya esposa amaba los pájaros. Baltasar le explica que no puede venderla porque está encargada. El médico argumenta, fallidamente,que le encargaron una jaula grande, no precisamente esa jaula y además, el comprador no le dio ese diseño. El clímax del relato se da cuando Baltasar traslada la jaula a casa del niño, donde eraconocido por su oficio. La madre del niño admira la jaula, pero el padre, resentido, dice que no fue consultado, por lo tanto, no va a comprar esa jaula. El niño llora y se arroja al suelo. El padre semantiene imperturbable en su dura posición. Baltasar, en un gesto de nobleza, le regala la jaula al niño. Esa noche Baltasar invita a beber a todas las personas del salón de billar y bebe licor por primeravez en la vida. Entrega su reloj para poder pagar la cuenta. Borracho balbucea algo relacionado con un proyecto de producir muchas jaulas. Termina dormido en la entrada del salón de billar, donde...