La Produccion Del Espacio
HENRI LEFEBVRE
HENRI LEFEBVRE La producción del espacio *
Voy a hablar bien claramente de un concepto, es decir, del elemento teóri‐ co: les voy a hablar de la producción del espacio. Se trata, quede claro, del espa‐ cio social. Exponer quiere decir someter a examen, es decir, a la crítica. Ningún concepto teórico se impone en sí. El concepto de producción del espacio desa‐ rrolla un concepto ya muy conocido, clásico, reiterativo: el de producción, pero indica un cambio en la producción, en las fuerzas productivas; se pasa de la producción en el espacio a la producción del espacio. El concepto de produc‐ ción aparecía como bien determinado, bien definido y bien fijado por parte de los economistas, los historiadores, los sociólogos... pero cuando se examina este concepto aparece como más ambiguo y complejo de lo que parecía a primera vista, cuando no estaba bien fijado, bien determinado. Si se examina este con‐ cepto, por ejemplo en Hegel y en Marx, se ve que el concepto se desdobla: de un lado está la producción de productos: las cosas, los bienes, las mercancías, y del otro lado la producción de las obras: las ideas, los conocimientos, las ideologías e incluso las instituciones o las obras de arte. Un concepto ambiguo, mucho menos preciso de lo que se le cree en gene‐ ral, está llamado a ser desarrollado. Es sobre el desarrollo de este concepto so‐ bre lo que yo voy a hablar: la producción del espacio. El concepto de la produc‐ción del espacio está naciendo como la realidad en sí a la que corresponde. Esta producción del espacio está naciendo en sí misma. Hace un momento, cuando veníamos de Barcelona, veíamos cómo todo este espacio está siendo producido de manera balbuciente, incierta, caótica a veces, contradictoria a la producción en el espacio. Tres conjuntos de hechos: primero, la importancia creciente en economía política de los flujos. Hasta hace muy poco la economía política se sentía muy ligada al análisis de la estabilidad, estructuras a las cuales se ataban redes: las empresas, los mercados. Desde hace diez años hay una movilidad
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El texto corresponde a la traducción simultánea recogida en cinta magnetofónica. De ahí su es‐tilo poco cuidado que, pese a todo, se ha preferido respetar. Artículo publicado en: Papers: revista de sociologia, Año: 1974 Núm.: 3 (p. 219‐229)
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La producción del espacio
HENRI LEFEBVRE
creciente de todos los elementos de la economía política. En la economía políti‐ ca tradicional el movimiento era lo excepcional, era una perturbación de la es‐ tabilidad, ahora la estabilidad es simplemente un momento de los flujos. Hay flujos de energía, materias primas, flujos de productos acabados, flujos de mano de obra, flujo de capitales, sin contar pequeños flujos como los flujos de los au‐ tomóviles. Es una nueva relación de la economía política al espacio que se for‐ ma. Un flujo tiene un origen, un recorrido y un terminal. Por ejemplo, un flujo de petróleo: un oleoducto, sale de Libia, atraviesa el Mediterráneo, pasa a una refinería dada y de allí acaba en la gasolinera. Examinar el punto de encuentro de estos flujos se convierte en un tema principal del trabajo de los economistas. Los puntos fuertes –los espacios urbanos– son puntos de confluencia de flujos y, al mismo tiempo que esta influencia creciente de los flujos que ocupan el espa‐ cio, ha nacido una forma nueva de la planificación, la forma más reciente de planificación: la planificación espacial. La planificación espacial, el estudio de los flujos y sus conexiones, está todavía en estado naciente, pero tiende a reem‐ plazar la planificación antigua por partidas contables de materias o por balance financiero. Estos flujos son de una complejidad ...
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