LA PROFESIÓN DOCENTE Y LA COMUNIDAD ESCOLAR: CRÓNICA DE UN DESENCUENTRO. CAPÍTULO V “LOS PADRES: ENTRE LA INDIFERENCIA Y LA IMPOTENCIA”

LA PROFESIÓN DOCENTE Y LA COMUNIDAD ESCOLAR: CRÓNICA DE UN DESENCUENTRO.
CAPÍTULO V “LOS PADRES: ENTRE LA INDIFERENCIA Y LA IMPOTENCIA”

Pocas cosas se han separado tanto de lo que prometían (o de lo que se pensó que prometían) como la participación de los padres en la gestión de los centros de enseñanza. Su grado de participación es bajo y, lo peor, descendiente; sus competencias son escasaso, cuando menos, dudosas; su efectividad es débil, en la mayoría de los casos simplemente nula; su percepción de la experiencia es diversa, pero con frecuencia pesimista y descorazonadora; su aceptación por los demás sectores de la “comunidad escolar” es baja y, a menudo, se troca en un rechazo abierto y decidido.

Una mayoría silenciosa y una minoría sospechosa
Como lo indica la experienciapropia y próxima de cualquier adulto, los padres son personas casi siempre intensamente preocupados por, y pendientes de, la educación de sus hijos empezando por su suerte en la escuela.
Un posible motivo de esto puede ser que los padres, simplemente no confíen, a estos efectos, en la acción colectiva. Aunque, desde luego, no todos, la mayoría están atentos a la educación de sus hijos, estándispuestos a ayudarles en el estudio, acuden prestos a la llamada del profesor o el tutor, pero no ven qué pueden ganar con la asociación o la presencia en el consejo.
No es menos cierto, sin embargo, que numerosos padres ni siquiera acuden al centro ante un problema individual de sus hijos. Los profesores, sobre todo los tutores, se lamentan constantemente de la escasa colaboración de los padres o,más llanamente, de haber llamado a los padres de tal o cual alumnos problemático sin ningún resultado.
Probablemente la frecuencia de estos casos se exagera, ya que permite alimentar el mito de la familia culpable, frente al esforzado centro de enseñanza. Los avisos enviados a través de los alumnos pueden no llegar a su destino, las horas a que se cita a los padres pueden no ser convenientes ylos propios alumnos más problemáticos, que suelen estar ya crecidos, pueden oponerse a que sus padres actúen ante la escuela como sus guardianes. Pero también existe un auténtico problema de desinterés o, al menos, de fatalismo por pate de un sector de padres.
Un argumento común entre los padres más activos es que el resto no participa porque, puesto que no paga, no cree tener derecho a hacerlo.Por cierto que, entre los padres de los centros públicos (y, a veces, de los concertados), existe una mitificación de la presunta mayor eficiencia de las asociaciones de los centros privados (o de los privados no concertados) que, hasta donde nosotros hemos podido ver, en ésta y otras investigaciones, no corresponde en absoluto a la realidad.
No se puede crear un ente fantasma y luego no darleatribuciones. Tú no puedes asociar a la gente, o pedir que la gente se asocie ¿para qué?, ¿para reivindicar delante de la delegación que no me mandan un profesor? Si tú le pides a la gente que forme parte de la asociación del colegio, y quieres que la gente participe, no tienes más remedio que darle atribuciones, o que delegar algo a ellos, porque en el momento en que no le des atribuciones ysolamente la quieras manejar, pues, desde luego, la gente reacciona no apuntándose.
Desde el consejo escolar tú puedes ver no sólo el porcentaje de suspensos en una clase, tú puedes ver cómo va la disciplina en un centro, cómo va la limpieza, que es muy importante también, cómo… cómo se comportan… (…) Cuando un niño comete una falta, qué importancia le da… el profesor (…). Es decir, toda esa seriede cosas las puedes controlar mucho mejor estando dentro de los órganos de participación.
Pero pronto aparece algo más: algo así como la sombra de cierta mala conciencia por dejarlos ahí buena parte el día. Se diría que el padre o la madre que no participa, en la medida de lo posible, en las actividades escolares, abdica la responsabilidad por sus hijos.
Participar es cumplir y, de paso, hacer...