La prohibición de las corridas de toros en algunas comunidades autónomas

Introducción
Posiblemente el toro firmó su sentencia de muerte ya en la Prehistoria con el sello de las numerosas pinturas rupestres, ligadas a un simbolismo mágico, que nos quedan de esa etapa de la Historia. Desde entonces y hasta nuestros días la figura del toro ha mantenido intactas las cualidades entonces adjudicadas: fuerza, virilidad, fiereza y acometividad. El toro, como dijo MirceaEliade (1985), “está presente a la vez en los contextos heroicos y en los relacionados con la fecundidad, mientras que la tauromaquia representa una prueba iniciática de tipo heroico, a la vez que el sacrificio del toro implica unas significaciones cosmogónicas” (pág. 148).
Ya de tiempos de los íberos, cuyos orígenes se hallan aún tras el velo de lo desconocido , encontramos evidencias de masacrescelebradas por estos, bajo un manto mágico-religioso, en las que se sacrificaban a los toros bravos desafiándolos en espectáculos públicos. Paralelamente, otro importante precedente histórico es la caza del uro, especie extinta en 1627 por esta práctica, donde se ensalzaban virtudes como la destreza y la habilidad humanas. Medirse con un animal que poseía todas las cualidades anteriormentemencionadas permitía al humano demostrar que estaba por encima de todos ellos y que, además, estaban a su servicio.
Pero, ¿cómo se puede transformar un sujeto de culto en uno de maltrato? Los principales pueblos potencialmente influyentes del Mediterráneo veneraban la forma taurina de diversas formas: Poseidón, dios griego de océanos y tempestades; Apis, el toro egipcio que llevaba sobre su lomo alfallecido hacia las regiones del otro mundo; los dioses El, Baal y el sanguinario Moloch, relacionado en la Biblia con sacrificios infantiles, de los fenicios. De cualquier forma, sangre y toro parecen haber estado unidos desde tiempo inmemorial, sea o no en beneficio de este último. No parece descabellado pensar que, por la influencia grecorromana y su afición al circo, la entrada de estas culturas enla Península Ibérica diera lugar a lo que hoy conocemos como espectáculos taurinos.
En las páginas que siguen explicaré de forma breve la evolución de esta tradición y analizaré la repercusión que ha tenido la prohibición de las corridas de toros en un país conocido en el mundo por el brillo de su traje de luces: España.

La ruptura de la tradición
Las críticas a la tauromaquia se remontanal mundo romano, con las diatribas de Cicerón contra los espectáculos de circo con fieras. Sin embargo, no fue hasta la Edad Media y, concretamente, hasta la España musulmana cuando comenzaron a implantarse las primeras prohibiciones por considerarla un tipo de práctica abominable. A partir de entonces, esta se mantuvo oculta como deporte particular de la aristocracia, a caballo y con el toro enlibertad, naciendo el rejoneo con caña larga. Durante los siguientes siglos la plebe fue tomando el control de la tradición a pie hasta que, en el siglo XVIII, aparecen las corridas de toros tal y como las conocemos hoy. Desde entonces han despertado numerosas críticas, incluyendo prohibiciones esporádicas, aunque los argumentos han ido cambiando a lo largo del tiempo según el momento histórico ysu característica ideología. Como advierte Alberto de Jesús (2007), «las fiestas de los toros han sufrido a lo largo de su existencia numerosos ataques de los gobernantes políticos, opositores e incluso la Iglesia por intentar eliminarla, fracasando cualquiera de ellos» (pág. 663).
Actualmente, hay movimientos antitaurinos importantes, además de en España, en Colombia, Méjico, Perú, Ecuador yVenezuela. Resultado de estos movimientos en otros países de Sudamérica son las prohibiciones de las corridas en Uruguay (1776), Argentina y Cuba (1899) y Nicaragua (2010). En España, las prohibiciones se están dando a nivel de Comunidades Autónomas, según el descontento de sus habitantes. De esta forma se observa dónde se encuentran los núcleos más conservadores en cuanto a la tradición taurina y...