La Puerta Cerrada
Pero ayer por la mañana tenía un aspecto muy diferente. Empuñe el cuchillo para destazar cerdos con la mano, y lo incruste con saña en el estómago de papá, una y otra vez, hasta que sus entrañas comenzaron a salírsele y él se desplomó al suelo. Luego, diunos pasos como sonámbula, me dirigí a tientas a la cama, me eche en ella y, todavía con el cuchillo en la mano, llore como lo hacen los niños, con tanta angustia y desesperación que uno cree queacaban de ver un fantasma.
Mate a papá porque él jamás respetó la puerta cerrada. Él ingresaba al cuarto cuando mamá iba al mercado por la mañana, o a veces, en las tardes, cuando mamá iba a visitarunas amigas, o, en las noches, después de asegurarse de que mamá estaba profundamente dormida. Así sucedió lo que sucedió, poco a poco, me fui armando de valor, hasta que, un día, el cuchillo paradestazar cerdos se convirtió en la única opción.
Éste es un pueblo chico, y aquí todo, tarde o temprano, se sabe. Acaso todos, en el cementerio, ya sabían Acaso mamá, mientras lloraba, se sentía al finliberada de un peso enorme, y el cura, mientras prometía el cielo, pensaba en el infierno para esa frágil carne en el ataúd de caoba.
Pero no podré saberlo con seguridad mientras no hablen. Y lo más...
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