la puerta y el pino
ROBERTO LOUIS STEVENSON
Aborrecía el conde a cierto barón alemán, forastero en Roma. Las razones de este aborrecimiento no importan; pero como tenía el firme propósito devengarse, con un mínimo de peligro, las mantuvo secretas aun del barón. En verdad, tal es la primera ley de la venganza, ya que el odio revelado es odio impotente. El conde era curioso e inquisitivo;tenía algo de artista; todo lo ejecutaba con una perfección exacta que se extendía no sólo a los medios o instrumentos.
Cabalgaba un día por las afueras y llegó a un camino borrado que se perdía en lospentanos que circundaban a Roma. A la derecha había una antigua tumba romana; a la izquierda, una casa abandonada entre un jardín de siemprevivas. Ese camino lo condujo a un campo de ruinas, en cuyocentro, en el declive de una colina, vio una puerta abierta y, no lejos, un solitario pino atrofiado, no mayor que un arbusto. El sitio era desierto y secreto; el conde presintió que algo favorableacechaba en la soledad; ató el caballo al pino, encendió la luz con el yesquero y penetró en la colina. La puerta daba a un corredor de construcción romana; este corredor, a unos veinte pasos, sebifurcaba. El conde tomó por la derecha y llegó tanteando en la oscuridad a una especie de barrera, que iba de un muro a otro. Adelantando el pie, encontró un borde de piedra pulida, y luego el vacío.Interesado, juntó unas ramas secas y encendió un fuego. Frente a él había un profundísimo pozo; sin duda algún labriego, que lo había usado para sacar agua, puso la barrera. El conde se apoyó en la baranda ymiró el pozo, largamente. Era una obra romana y, como todas las de este pueblo, parecía construida para la eternidad. Sus paredes eran lisas y verticales, el desdichado que cayera en el fondo notendría salvación. Un impulso me trajo a este lugar, pensaba el conde. ¿Con qué fin? ¿Qué he logrado? ¿Por qué he sido enviado a mirar en este pozo? La baranda cedió, el conde estuvo a punto de caer....
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