La Puta

LA PUTA

Me levanto de la cama y detengo mi figura justo en frente del espejo, que me muestra lo que soy, me revela lo lejos que estoy de lo que en un principio soñé, y me indica qué debo hacer.Tomo ese vestido rojo y viejo que ha albergado a tantos hombres como ha sido posible. Tomo el ordinario maquillaje sobre el tocador e intento resaltar la belleza que hace ya mucho perdí, mis ojososcuros; perdidos como la sombra negra de mi corazón, por tanto dolor, no quieren ser hoy maquillados. Así que sujetó el lápiz labial y los dibujo, de nuevo reviven; sólo una vez más. Suelto mi cabellocon delicadeza y uno a uno golpean mi espalda.

La atmósfera se hace intensa, es ahora cuando debo salir a encontrar un cliente, no importa como sea; flaco, gordo, pequeño, grande, bueno, malo,pacifico, mercenario. Debo estar con él y repetir cuantas veces sea posible el mismo show sobre el escenario. Mi cuerpo, que ya casi no es mío, baja por las escaleras sucias que solo me llevan al mismositio. Una vez estoy en el primer piso, mi jefe grita desde lejos algo, que no alcanzo a escuchar, pero siento su mirada sentenciosa sobre mí. Él no sabe que es lo que quiero, ni mucho menos lo quepienso. Desde hace algunos días me soborna, desea que cada noche duerma a su lado, haga todas sus porquerías como trabajo extra para salir cuanto antes de aquí. No sabe que odio este maldito oficio,estos malditos borrachos y la miseria que con ellos deambula. Sonrió. Disimulo y de nuevo sonrió. Un sujeto sentado en la mesa tres hace algunas señas para que sea yo su compañía. Desde luego querrá comotodos llevarme a la cama. Camino como solo yo lo hago con un vaivén en las caderas que enloquece a los hombres, el que aprendí de mamá. Cuando cada noche ella también iba a trabajar y salía con laluna y regresaba con el Sol. Me senté a su lado y le pedí que me diera un trago; era un hombre bastante particular en su aspecto, llevaba un sombrero que producía una larga sombra sobre su rostro, a...