La Quema De La Embajada
De España
En la mañana del 31 de enero de 1980, un grupo de campesinos indígenas provenientes de varias aldeas de El Quiché, junto a algunos estudiantes universitarios,ocuparon pacíficamente las instalaciones de la Embajada de España en la Ciudad de Guatemala, con el objetivo de denunciar la represión que sufrían sus comunidades, ubicadas en el altiplanoguatemalteco.
Tras de negociar con los ocupantes y llegar a algunos acuerdos, el embajador español Máximo Cajal y López intentó repetidamente comunicarse por teléfono con distintos funcionarios guatemaltecos,principalmente con el ministro de Gobernación, Donaldo Álvarez Ruiz, para solicitar el repliegue de las fuerzas policíacas que asediaban la sede diplomática. Se encontraba todavía negociando unasalida para los ocupantes, cuando el presidente de Guatemala, general Romeo Lucas García, giró órdenes de desalojar la legación, "a como diera lugar".
Violando por completo la soberanía de larepresentación diplomática ibérica plasmada en el texto de la Convención de Viena, el gobierno de Guatemala optó por asaltar la embajada y quemar vivas a las 37 personas que se habían refugiado en la oficinadel embajador, en el primer piso del edificio. Dos personas sobrevivieron a la matanza: el embajador Cajal y Gregorio Xujá, campesino que había sido cubierto por los cuerpos calcinados de suscompañeros. Mientras Cajal logró regresar a España gracias a la solidaridad y valentía de sus colegas embajadores, Xujá fue secuestrado al día siguiente en el hospital a donde había sido trasladado. Luegode ser torturado y ejecutado, su cuerpo apareció el 2 de febrero de 1980 frente a la Rectoría de la Universidad de San Carlos.
Entre las víctimas figuran Vicente Menchú, padre de la Premio Nobel dela Paz, Rigoberta Menchú Tum; el ex vicepresidente de Guatemala, Eduardo Cáceres Lenhoff, el ex canciller Adolfo Molina Orantes, los españoles Jaime Ruiz del Árbol "“cónsul-, Luis Felipe Sanz y...
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