La Ra Z Campesina En La Poes A De Juana De Ibarbourou

Páginas: 7 (1552 palabras) Publicado: 19 de julio de 2015
La raíz campesina en la poesía de Juana de Ibarbourou
Dora Isella Russell





La estrofa inicial de Raíz Salvaje (1922), segundo libro poético[1] de Juana de Ibarbourou, da la clave, desde entonces y para siempre, de su irrenunciable comunicación terruñera, lo que ha dado en señalársele como panteísmo, como expresión telúrica. Es, sencillamente, su entronque con el suelo natal, con los camposagrestes y fragantes de los alrededores de Melo, constelados de azahares, con el aire embalsamado de flores y de frutos en sazón, cruzado por el arroyo Conventos por cuya orilla paseó tantas veces su niñez andariega "Juanita Fernández, que era muchacha como de pájaros".... modesto anticipo de los anchurosos oleajes rioplatenses frente a los cuales vivió muchos años de gloriosa madurez: "Si estoyharta de esta vida civilizada!/¡Si tengo ansias sin nombre de ser libre y feliz!/¡Si aunque florezca en rosas, nadie podrá cambiarme/ la salvaje raíz!": ésa es toda Juana, la de entonces, la de después.
Mas hubo cambios, sí. La vida los impuso. Exteriormente, al menos.
Temprano dejó atrás su inolvidable Cerro Largo. Residió por períodos de diversa duración, en aquellos


lugares del Interior delpaís donde el capitán Ibarbourou debía cumplir con sus obligaciones de militar. Pero un día de 1918 la corta familia formada por el marido, la madre de Juana, ella y un hijo nacido en agosto de 1914, se instalaba en Montevideo. Es fácil la cuenta; desde 1918 hasta el presente, son muchos más los años que la atan a la capital, que los que cerraron la etapa adolescente de Cerro Largo. 
Sin embargo, noconsiguieron desdibujar el embrujo del solar arachán, aquellas sensaciones de luz, de pastos húmedos y aromáticos, la fruición de sentir sobre su cara las lloviznas pueblerinas, el recuerdo de sus vagabundeos por callejas soleadas y montes solitarios; nada pudo desplazar definitivamente, pese a la distancia -o tantas distancias- el hondo amor por esos elementos -agua, brisas, lluvia, frondas,plantas, pájaros, grillos, buenas bestezuelas de los campos-, todo cuanto fue suyo, su universo de infancia y adolescencia, a la cual regresará, casi como visitante foránea, en contadas ocasiones: para algún homenaje, o ceremonias en su agasajo, o inauguración de una rambla o una escuela con su nombre. Pero siempre de paso, como una desarraigada que no podía retomar a plenitud ya, el contacto con unarealidad que, sangre adentro, perduraba intacta. Allá quedaban -y quedan- muchos seres amigos, entrañables; allá quedaban los familiares nombres, en las serenas tumbas del cementerio, aldeano entonces, que visitaba sin pavor de la muerte, sin conciencia de la muerte, detrás de doña Valentina: "no era una visita triste, sino amable, casi alegre". Había flores especiales para cada muerto, según laestación. En el cuento inicial de Chico Carlo, "Las coronas", las describe con tal vivacidad que parecen manojos que se caen de las manos, por su abundancia, y perfuman el recuerdo todavía. Para calar hondo en esa arraigada identificación de Juana con su medio nativo, hay que ir a las páginas de ese libro, memorias auténticas de una niña, "Susana", que es la propia Juana. "Han transcurrido más detreinta años[2] y, si cierro los ojos, todos estos recuerdos están dentro de mí tan vivos, tan nítidos, como si fuesen lo presente todavía. El pueblo ha de haber cambiado mucho. Me dicen que el cementerio está remozado por grupos de plantas espinosas y nuevos "cupresus pyramidalis"... "Pero yo sigo teniendo en mi corazón, tal como era entonces aquel plácido cementerio de mi infancia".

De igualmodo, siguió teniendo en su corazón la atadura, virtual, de una nostalgia irrestañable. Las lenguas de diamante y Raíz salvaje, los dos poemarios que estrenaron su celebridad lírica, aún están muy cerca de ese pasado inmediato, y, sobre todo el primero, recoge muchas estampas, impresiones, añoranzas, sobre las cuales no habían volado aún las horas. El ayer estaba muy fresco, sin perspectivas ni...
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