La Ratita Presumida

Ratita barria la escalera de su casa y de pronto vio brillar algo y se agacho a recojerlo. ¡Era una moneda de oro! –¿Adonde vas tan contenta ratita? – le pregunto una vecina. – A comprarme un granlazo para mi cola con esta moneda de oro.
Ratita entro en el bazar del pueblo y pidio que le enseñasen los lazos que tenian.-¡Oh, tenemos un gran surtido de lazos y cintas!-Respodio el dependiente, muyamable. Y empezo a sacar cajas y más cajas de lazos. Ratita escogió el más grande.
A aquel bazar acudía mucha clientela, por la amabilidad de los dependientes y el gran surtido que tenian de todaclase de artículos. Era también el centro de todos los chismorreos del pueblo. Pero la ratita aquel día solo estaba atenta a su lazo.
Cuando don borrico espero a que ratita se asomase a su balcón, yentonces le ofreció su ramo de flores. –muchas gracias, don borrico-suspiro ratita-. Pero con las flores no tengo bastante. Has de decirme, de palabra, que me quieres y vas a casarte conmigo.Obedeciendo a ratita, don borrico empezó a rebuznar: - ratita iiuuu… te quiero… iiiuuu… y me… iiiuuu… ratita estaba horrorizada.- Esa es tu voz, don borrico? Fuera de mi vista, que me estas volviendo sorda!¡Oh, qué voz tan horrorosa!
El pobre don borrico todavía dijo:-Ratita, mi ratita… iiiuuuuuuu… iré a… iiiiuuuuu….. a hacer gárgaras… -eso, eso mismo! -grito ratita- vete a hacer gárgaras y déjametranquila con tus rebuznos… y don borrico se alejo de ratita. Al día siguiente le conto todo lo ocurrido a su vecina. –Casarme yo con un asno que rebuzna tan mal…-Tienes razón, ratita- asintió lavecina-. Mi difunto esposo era un león y rugía tanto que una noche derribo nuestra casita de madera. En la cuidad todos comentaban el fracaso de don borrico, hasta que intervino chuchito.- para mí, no habráningún fracaso- aseguro convencido de su triunfo-. Estoy decidido a casarme con ratita, porque con ese lazo está muy guapa. Ahora mismo iré a verla. Chuchito encontró a ratita regando las flores...