La Ratona Silvia Y El Gato Cicerón

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LA RATONA SILVIA Y EL GATO CICERÓN Una ratoncita vivía en un viejo barril de vino. Nada le gustaba tanto como su vivienda. -¡Estoy tan orgullosa de mi casa!- solíadecir Silvia. Si tengo sed, bebo desde mi ventana y me pongo de excelente humor. Silvia era una ratoncita fuera de lo común. Era muy amiga de los ratones, porque siempre olía a vino. Nadie sospechabaque fuese una ratona, pues las ratonas olían a tocino o a queso. Y los ratones de iglesia olían a incienso. Así, Silvia fue la única ratona del mundo que tuvo una gran amistad con un gato atigradode nombre Cicerón. Silvia y Cicerón se volvieron una pareja muy conocida. Todos decían: -¡Qué amistad tan increíble!- Cuando otros gatos le preguntaban por ella, Cicerón decía:-No sé, pero algo me atrae. Al ver que una ratona sale borracha del barril y apoya su cabeza en mi pata, ¡no me la puedo comer! Es incomprensible, ¿verdad? Los gatos conocidos de la región ledecían: -¡Eres el único que no se la puede comer, Cicerón!- Todos se acostumbraron a la extraña pareja. Sin embargo, las gatas formaron un gran círculo alrededor de Cicerón y le dijeron condesprecio: -¡Payaso! Te dejas atrapar por una ratona. Algunas hasta le gritaron: -¡Cicerón, criado de ratones! Pero ellos dos eran felices. Cicerón la esperaba todos los días en la ventana delsótano y le gritaba impaciente: -¡Apúrate, que hoy vamos al bosque! -Aquí no hay ningún bosque- respondía la ratona desde el barril. -Sólo quiero que te apures- gritaba Cicerón-.¡Apúrate a subir! No quiero que llegues muy bebida. -Será mejor que tú bajes- decía la ratona-,¿qué puede haber allá arriba? Cicerón desapareció por un tiempo en la bodega de los vinos. Desde afuerasólo se oía un miau-miau complacido y un admirado piip-piip. Luego los dos salieron muy contentos y fueron a pasear. Cicerón dijo con voz profunda: -Nunca, nunca podría comerme a...