la razón

La razón me decía que debía detenerme allí, de inmediato, y dar media vuelta sin pensarlo dos veces. Mi cuerpo titubeaba ante la idea de no saber lo que me encontraría en ese lugar: mis manosaferradas al borde de la cerca de madera que me separaba de lo desconocido y mis piernas a punto de ceder al miedo.
Nunca me había pasado que mis emociones tomasen control de mi cuerpo de esta manera, loque me dejaba claro que algo realmente malo debió haber ocurrido para que se activasen mis instintos al punto de no poder controlar el miedo.
Al alzar la vista al cielo me sorprendió que ni la luna meacompañaba, ¿o debería haber estado el sol? ¿cuánto tiempo he estado en este lugar sin saber si arrancar a correr o saltar (la talanquera) esta cerca de una vez por todas? En fin… como fuese, estabasolo. Las nubes, imponentes por su cantidad y negrura, impedían el paso de cualquier tipo de luz. Todo estaba oscuro y el cielo amenazaba con caerme encima y empaparme hasta los sueños.
De pronto,como si me hubiesen quitado una venda de los ojos, todo el espacio se iluminó por una fracción de segundo, y la luz me obligó a presenciar verdaderamente lo que se encontraba delante de mí. Lo primeroque noté fueron sus ojos: grandes, desorbitados y brillantes por la luz del relámpago que se reflejó en ellos, con una expresión tan desolada y fría que, de no ser por sus cuerpos escurridizos y susgestos deformados, hubiese creído que todo lo que querían era compañía.
Pero ya sabía que de eso no se trataba.
Mis manos crispadas y mis piernas temblorosas me decían que ellos lo menos que queríande mí era amistad.
El estruendo que le siguió al momento de luz fue tan ensordecedor que me obligaron a crispar aún más los dedos a la superficie de madera. Oí cómo cuerpos se arrastraban en laoscuridad, el roce de sus masas deformes en la grama se hacían cada vez más cerca y más lejos. Algunos se detenían y otros comenzaban a moverse más rápido.
Mi miedo entonces era una bestia indomable, un...