La realidad de los mena

El fenómeno de la emigración de menores extranjeros no acompañados en nuestra Comunidad es relativamente reciente y no ha adquirido una dimensión significativa hasta los últimos 4/5 años, pues anteriormente, para la mayoría de ellos, Extremadura era sencillamente un punto de paso en su camino hacia otras zonas más industrializadas y no su destino final, como ocurre ahora en bastantes casos.Difícilmente puede establecerse un perfil tipo, pero podríamos concluir que la mayoría de menores tienen más de 14 años, desconocen prácticamente el idioma castellano y provienen del norte de África, principalmente de Marruecos. La acogida de menores procedentes del África subsahariana (Senegal, Mali, Gambia…), aunque numerosa, ha sido un hecho puntual y promediado por un programa de reasentamientoque el Gobierno puso en marcha para descongestionar la situación vivida en Canarias, instando a las Comunidades Autónomas a recibir a estos menores. Cabe reseñar que, aunque esporádicamente, surgen casos de ingreso en el sistema de protección de menores de origen rumano o hispanoamericano, si bien técnicamente no puede considerárseles ‘no acompañados’ en la mayoría de ocasiones, pues existe unafamilia al medio, siendo las causas que originan la acogida de índole distinta.
Todas las actuaciones que se llevan a cabo desde el sistema de protección de nuestra comunidad con estos menores no difieren, en su concepción, de aquellas otras para con los menores no emigrantes. En todos los casos, la premisa de intervención es la misma: el interés superior del menor. Esto se traduce en laelaboración de un plan de intervención individualizado –plan de caso- que se elabora no desde el hecho de ser menores emigrantes, sino atendiendo a situación particular, cultura, religión, niveles de madurez, potencial de integración, formación y con el fin de dar cobertura a todas aquellas necesidades que contribuyen a prestar una ‘atención integral’. Obviamente, se ponen a su disposición todo tipo derecursos, tanto comunitarios como propios del sistema de protección (centros de acogida, pisos autónomos, programas de autonomía, de emancipación, de orientación laboral y formativa, trámites de regularización…).
El itinerario de un menor emigrante en nuestra comunidad comienza en el momento en que es puesto por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a disposición de las autoridades competentesen materia de protección de menores. Indefectiblemente son los centros de acogida quienes se hacen cargo de él.
La llegada a un centro de protección de un menor, ya sea emigrante o no, conlleva una serie de actuaciones por parte de los responsables del centro orientadas de una parte a informar al menor, de una manera completa y adecuada a su edad y circunstancias personales, de su nuevasituación, de sus derechos y obligaciones y de las normas de convivencia establecidas en el centro, y de otra a recopilar información de su estado, a fin de prestarle atención inmediata, especialmente sanitaria y de cuidados básicos si fuera preciso, todo ello en un ambiente cálido y afectivo. Estas actuaciones están recogidas en lo que técnicamente se denomina ‘protocolo de acogida’.
No obstante,dado que existen particularidades notables en el caso de menores emigrantes, se ha considerado conveniente añadir al citado protocolo, durante la entrevista inicial con el menor, además de la explicación de su situación jurídica, la de cuáles son los pasos que se van a dar en relación con su posible permanencia o retorno o para conseguir, en su caso, su regularización.

Posteriormente, seprocede a recopilar información amplia y detallada sobre el menor, sobre su familia, su lugar de procedencia, sus antecedentes formativos y laborales, su situación económica, sus posibles antecedentes judiciales, su historia de vida y su proyecto migratorio.

Invariablemente se le facilita la comunicación con la familia de origen, considerando que puede ser beneficiosa por las...