la realidad supera la ficcion

Queridos amigos, a veces la realidad supera a la ficción.

Quiero contarles lo que me pasó el otro día, creo que son esas cosas en la vida que te pueden pasar una sola vez, para que vean que a veces la realidad supera a la ficción.

Hace más o menos un mes que me pasó esto, y lo voy a compartir con ustedes.
Estaba yo en el medio de una larga cola del banco, con una boleta que tenía quecancelar en la mano. Se me habían acumulado dos meses y había ido a pagarla. En eso busco el billete de 100 pesos que tenía en el bolsillo para pagar la cuenta, y cuando lo saco, se me cae al piso. Cuando lo voy a recoger, una viejita de unos 80 años que estaba delante de mí, se agacha y lo recoge primero. La vieja hace el ademán de guardarlo en su monedero y yo le digo: "Pero señora, ese billete esmío". La vieja me contesta de que se le había caído a ella, y que ese era el único billete que tenía en el monedero, que cuando lo abrió se le cayó al piso. En ese momento se me subió una furia a la cabeza que quedé loco, le dije “pero señora si se me acaba de caer a mí, ese billete es mío, lo traigo para pagar una boleta”. Ella me contesta que es de ella, y que lo trajo también para pagar unaboleta.
A todo esto, la discusión con la señora ya se había subido un poco de tono, yo no le faltaba el respeto, pero le estaba levantando un poco la voz, ya que la señora no entraba en razón. En la fila, la gente empezó a murmurar, y unos pibes de atrás me empezaron a insultar, y me decían: “Che devolvele la plata a la señora, flaco delincuente”, la cosa se estaba poniendo cada vez más fea, perosi yo tenía algo en claro, era que no le iba dejar mis 100 mangos a la vieja, de ninguna manera, eran míos, de eso estaba seguro.
La situación era complicada, y la gente parecía que me quería linchar, cada vez la cosa se subía más de tono, y tanto la señora como yo, asegurábamos que la plata nos pertenecía. En un momento apareció un policía y me dice que lo tenía que acompañar. Yo, imagínense!,en el medio de la cola del banco sin mi plata, escrachado y ahora me querían llevar en cana por un billete que encima era mío. Le dije al oficial que yo no iba a ningún lado y que la señora tenía un billete que era Mio, entonces empezamos a discutir con el policía y el murmullo de la gente ya era terrible, todos me puteaban a mí, claro si la señora parecía recién salida de un asilo y yo unestafador que me quería quedar con su plata. En fin.
La cosa estaba de mal en peor, pero yo me negaba a resignarme a perder los 100 pesos.
En una de esas, y en el medio de la discusión con el cana, la señora dice: “no se, al menos que me lo haya dejado en mi casa mijito”. Ahí fue donde la cosa tomó otro rumbo, le dije al policía que la señora ya no estaba totalmente segura de que el billete era suyoy que la única opción que había era ir a la casa de la señora a ver si estaba su billete.
Yo sabía que el billete era mío y que la cosa se tenía que aclarar.
El cana entonces va a hablar a la puerta con el guardia y llaman a un móvil de la policía, en resumen, nos fuimos a la casa de la señora en el móvil, éramos la señora yo y tres canas más en el auto, esto ya era una locura pero ya estabaen el medio del quilombo y había que seguir para limpiar mi nombre y recuperar los 100 mangos.
Una vez que llegamos a la casa de la viejita entramos en la casa la señora, dos policías y yo. Fuimos todos directamente a la pieza de la señora. En la pieza la señora tenía una cama grande y una mesita de luz a cada lado de la cama. La mujer va entonces hacia una de las mesitas de luz, a buscar en elcajoncito el billete de cien pesos, que según ella, debía estar ahí, yo a todo esto estaba rogando de que estuviera ahí, sino chau 100 mangos. Cuando la vieja llega a la mesa de luz, uno de los canas que estaba en la pieza, manotea un reloj despertador que estaba en la otra mesita y se lo guarda adentro del uniforme. Cuando vi eso no lo podía creer, el muy hijo de puta se estaba choreando el...