La Realidad Y A La Escuela
Los principios de la nueva escuela o la escuela del siglo XXI se nos presentan cargados de términos positivos, esperanzadores... alentadores. Es una corriente que fluyemundialmente y de la cual se ha empezado a tomar conciencia en nuestro país recientemente. Sus postulados se resumen en la intención de estimular un aprendizaje dinámico, incorporando multiplicidad deaptitudes en una ambiente inclusivo y diverso. Se espera con ello formar- más que enseñar- personas más conscientes de su entorno, capaces de insertarse en él para hacer la diferencia con posturas máshumanas, responsables y colectivas. La vieja escuela que, según Alvin Toffler, preparaba para la obediencia y la rigidez debe dar paso a otra más creativa y flexible.
En medio de un océano determinología para redefinir conceptos educativos tradicionales o novedosos, nos esforzamos por creer que esto no sea una trampa de los ideólogos del sistema o una estrategia de corte orwelliano paradisfrazar ciertos males o ideologizar en función de secretas intenciones. Por el contrario, suponemos que estos cambios son el resultado forzado de las transformaciones, algo apabullante e intimidante, deuna realidad en la que priman el hedonismo y el individualismo exacerbado. Ya no es posible preconizar sobre valores ético-morales como la disciplina, honradez o responsabilidad cuando desde nuestrascúpulas de poder se actúa de forma contraria. El discurso moralizante para disuadir de conductas negativas desde las aulas no es suficiente. La nueva escuela reclama procesos disuasivos realistas,sustentados por una práctica efectiva cuyo resultado sea un ciudadano que sepa ejercer sus derechos sin temor y discernir con claridad.
Así las cosas, sabemos que trabajar en la escuela del siglo XXIconllevará muchísimo esfuerzo. Primero, porque sus criterios aún no son uniformes para todo nuestro sistema educativo. Los docentes de escuelas oficiales sólo cuentan con su creatividad y apoyo...
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