La reeducación femenina
Páginas: 5 (1195 palabras)
Publicado: 6 de mayo de 2011
LA REEDUCACION FEMENINA
PRENOTANDO
Esquema introductorio de los contenidos
La reeducación femenina. Los recogimientos de mujeres
Ya hemos visto como el alto porcentaje de mujeres que contenían las listas de pobres, permitía hablar de la feminización de la pobreza como una nota característica de su manifestación. Y asociada a ella aparecía una de la formas típicas de desviaciónsocial que originaba la pobreza: la prostitución femenina. Aunque es evidente que la prostitución como fenómeno humano es un tema complejo, que en su estructura íntima escapaba, entonces y ahora, a todo tipo de planteamientos exclusivamente socio-económicos y culturales, es también conocida su estrecha relación con el mundo de la pobreza y la marginación.
Los perfiles humanos y sociales de lasprostitutas que nos han llegado a través de las diversas fuentes de los siglos modernos (la casuística que revela la legislación y las ordenanzas municipales, los expedientes judiciales, los informes de instituciones, los sermonarios, los textos literarios), muestran que, en general, se reclutaban entre las clases pobres y en los centros urbanos de mayor densidad, aunque muchas procedieran deambientes más rurales y de poblaciones distintas a las de su reclutamiento. De un modo global, y a excepción de algunos casos de prostitución encubierta (cómicas, damas fíngidas, cortesanas, mujeres de cierta categoría social, que vivían amancebadas o mantenidas por sus amantes) en los que es posible constatar en ocasiones un cierto nivel de bienestar material e incluso de lujo, la realidad de laprostitución callejera y de las acogidas a los burdeles era una situación precaria marcada por la pobreza y la explotación que no les permitía salir del mundo de la marginación. Unas habían nacido ya "hijas del arroyo", otras dicen ser huérfanas y también viudas, algunas con familiares a su cargo (hermanos menores, ancianos, hijos). Otras eran jóvenes en paro, procedentes del servicio doméstico y defamilias sin recursos, también madres solteras, jóvenes embarazadas y abandonadas por sus amantes y su familia, otras huidas de la casa paterna y también mujeres casadas en situaciones irregulares. La mayoría introducidas muy pronto en el "oficio" por "terceras", alcahuetas y amantes. Casi todas con el denominador común de la pobreza. Las más con una infancia malograda, marcada por carencias yausencias familiares y afectivas, y muchas con experiencias añadidas de mendicidad infantil, vagabundeo y delincuencia. Si la pobreza y la marginación parecen estar en el inicio de la carrera, el destino de llegada solía ser casí idéntico, pero agravado por el estigma social que acompañaba a su deterioro personal. Las "etapas de la vida de la prostituta", dibujadas en viñetas o cantadas en versos ytextos literarios, suelen narrar el camino habitual de su pronto marchitamiento, para acabar ajadas, maltratadas y contagiadas de infecciones venéreas, con los escenarios previos y repetidos de tribunales, cárceles y hospitales para sifilíticos o mal de "bubas". Todo un material a propósito para fines didácticos y moralizadores.
La actitud oficial ante la prostitución durante los siglos medievalesy modernos fue, en general, de tolerancia. A pesar de que la lógica postura entre los moralistas y teólogos era la condena de la prostitución en el "orden moral", no obstante, con miras al prudente gobierno del "orden social", se la toleraba como un mal menor e inevitable, tal vez incluso necesario para prevenir mayores desórdenes, siguiendo en esto la opinión de Aristóteles, que tanto SanAgustín como Santo Tomás parecían aceptar en sus consideraciones políticas a los príncipes. En consecuencia, se permitía la prostitución pero sometiéndola a la inspección de las autoridades, que solían marcar en ocasiones un determinado espacio topográfico para su ejercicio e imponer unos ciertos controles sanitarios y sociales para seguridad de la comunidad. Como además, de su ejercicio, resultaban...
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La reeducación femenina. Los recogimientos de mujeres
Ya hemos visto como el alto porcentaje de mujeres que contenían las listas de pobres, permitía hablar de la feminización de la pobreza como una nota característica de su manifestación. Y asociada a ella aparecía una de la formas típicas de desviaciónsocial que originaba la pobreza: la prostitución femenina. Aunque es evidente que la prostitución como fenómeno humano es un tema complejo, que en su estructura íntima escapaba, entonces y ahora, a todo tipo de planteamientos exclusivamente socio-económicos y culturales, es también conocida su estrecha relación con el mundo de la pobreza y la marginación.
Los perfiles humanos y sociales de lasprostitutas que nos han llegado a través de las diversas fuentes de los siglos modernos (la casuística que revela la legislación y las ordenanzas municipales, los expedientes judiciales, los informes de instituciones, los sermonarios, los textos literarios), muestran que, en general, se reclutaban entre las clases pobres y en los centros urbanos de mayor densidad, aunque muchas procedieran deambientes más rurales y de poblaciones distintas a las de su reclutamiento. De un modo global, y a excepción de algunos casos de prostitución encubierta (cómicas, damas fíngidas, cortesanas, mujeres de cierta categoría social, que vivían amancebadas o mantenidas por sus amantes) en los que es posible constatar en ocasiones un cierto nivel de bienestar material e incluso de lujo, la realidad de laprostitución callejera y de las acogidas a los burdeles era una situación precaria marcada por la pobreza y la explotación que no les permitía salir del mundo de la marginación. Unas habían nacido ya "hijas del arroyo", otras dicen ser huérfanas y también viudas, algunas con familiares a su cargo (hermanos menores, ancianos, hijos). Otras eran jóvenes en paro, procedentes del servicio doméstico y defamilias sin recursos, también madres solteras, jóvenes embarazadas y abandonadas por sus amantes y su familia, otras huidas de la casa paterna y también mujeres casadas en situaciones irregulares. La mayoría introducidas muy pronto en el "oficio" por "terceras", alcahuetas y amantes. Casi todas con el denominador común de la pobreza. Las más con una infancia malograda, marcada por carencias yausencias familiares y afectivas, y muchas con experiencias añadidas de mendicidad infantil, vagabundeo y delincuencia. Si la pobreza y la marginación parecen estar en el inicio de la carrera, el destino de llegada solía ser casí idéntico, pero agravado por el estigma social que acompañaba a su deterioro personal. Las "etapas de la vida de la prostituta", dibujadas en viñetas o cantadas en versos ytextos literarios, suelen narrar el camino habitual de su pronto marchitamiento, para acabar ajadas, maltratadas y contagiadas de infecciones venéreas, con los escenarios previos y repetidos de tribunales, cárceles y hospitales para sifilíticos o mal de "bubas". Todo un material a propósito para fines didácticos y moralizadores.
La actitud oficial ante la prostitución durante los siglos medievalesy modernos fue, en general, de tolerancia. A pesar de que la lógica postura entre los moralistas y teólogos era la condena de la prostitución en el "orden moral", no obstante, con miras al prudente gobierno del "orden social", se la toleraba como un mal menor e inevitable, tal vez incluso necesario para prevenir mayores desórdenes, siguiendo en esto la opinión de Aristóteles, que tanto SanAgustín como Santo Tomás parecían aceptar en sus consideraciones políticas a los príncipes. En consecuencia, se permitía la prostitución pero sometiéndola a la inspección de las autoridades, que solían marcar en ocasiones un determinado espacio topográfico para su ejercicio e imponer unos ciertos controles sanitarios y sociales para seguridad de la comunidad. Como además, de su ejercicio, resultaban...
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