La Refalosa
Amenaza de un mazorquero y degollador de los sitiadores de Montevideo dirigida al gaucho
Jacinto Cielo gacetero y soldado de la Legión Argentina,defensora de aquella plaza. (Sobre el
sitio de Montevideo, consultar http://es.wikipedia.org/wiki/Sitio_de_Montevideo_(1843-1851)
Mira, gaucho salvajón,
que no pierdo la
esperanza,
y no es chanza,
dehacerte probar qué
cosa
es Tin tin y Refalosa.
Ahora te diré como es:
escuchá y no te asustes;
que para ustedes es canto
más triste que un viernes
santo.
Unitario que agarramos
lo estiramos;
o paraditonomás,
por atrás,
lo amarran los compañeros
por supuesto,
mazorqueros,
y ligao
con un maniador* doblao,
ya queda codo con codo
y desnudito ante todo.
¡Salvajón!
Aquí empieza su afición.
Luego después alos
pieses
un sobeo* en tres dobleces
se le atraca,
y queda como una estaca
lindamente asigurao,
y parao
lo tenemos clamoriando;
y como medio chanciando
lo pinchamos,
y lo que grita, cantamos
larefalosa y tin tin,
sin violin.
Pero seguimos el son
en la vaina del latón,
que asentamos;
el cuchillo, y lo tantiamos
con las uñas el cogote.
¡Brinca el salvaje vilote
que da risa!
Cuando algunos en camisase empiezan a revolcar,
y a llorar,
que es lo que mas nos
divierte;
de igual suerte
que al Presidente le
agrada,
y larga la carcajada
de alegría, al oír la
musiquería
y la broma que le damos
alsalvaje que amarramos.
Finalmente:
cuando creemos
conveniente,
después que nos
divertimos
grandemente, decidimos
que al salvaje
el resuello se le ataje;
y a derechas lo agarra uno
de las mechas,
mientrasotro
lo sujeta como a potro
de las patas,
que si se mueve es a
gatas.
Entretanto,
clama por cuanto santo
tiene el cielo;
pero ahí nomás por
consuelo
a su queja:
abajito de la oreja,
con un puñal bientemplao
y afilao,
que se llama el quita
penas,
le atravesamos las venas
del pescuezo.
¿Y que se le hace con eso?
larga sangre que es un
gusto,
y del susto
entra a revolver los ojos.
¡Ah, hombres...
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