La reforma agraria en Colombia

PERSPECTIVAS DE LA POLÍTICA DE REPARACIÓN A VÍCTIMAS Y RESTITUCIÓN DE TIERRAS
Efraín Pastor Nieves –Asesor FANAL - CGT
LA GRAVE CRISIS DEL CAMPO
En una perspectiva histórica, la consecuencia más destructiva del conflicto colombiano es la desarticulación estructural que ha sufrido de manera escalonada el sector rural en la economía nacional, con grandes implicaciones en el nivel de vida dela población en las regiones internas y en el marco local en general.
Una revisión rápida de las estadísticas pone en evidencia la reducción de la frontera agrícola, el desproporcionado aumento relativo de las haciendas ganaderas basadas en el latifundio y la explotación extensiva, el mantenimiento de predios improductivos clasificados como baldíos rurales, la existencia de cerca de 7 millones depredios protegidos y grandes irregularidades en la formalización (registro) de los títulos de los mismos, correspondientes a pequeñas y medianas propiedades rurales.
De otra parte, persiste un marcado atraso en materia de riego e infraestructura en general, en apropiación de tecnologías, aplicación de fertilizantes y plaguicidas, en logística y transporte, transformación postcosecha,comercialización, costos de insumos; que ponen en desventaja y riesgo de inviabilidad económica a los pequeños y medianos campesinos que no pueden alcanzar la competitividad necesaria ni acceder a precios justos.
Por cuenta del despojo y el abandono por violencia, el desplazamiento demográfico del campesinado ha modificado la matriz histórica y geográfica de la economía campesina, poniendo en riesgo lossaberes y manejos tradicionales del clima y la variedad de la producción alimentaria, cuyo sustento es precisamente la economía campesina.
A todo esto se debe agregar el efecto devastador de la generalización del fenómeno de la corrupción y las prácticas mafiosas vinculadas al conflicto y a la politiquería, por efecto de los cuales se ha marginado a la población campesina de los beneficios de lapolítica pública agraria.
La corrupción vinculada al conflicto armado actúa como una especie de “quinta columna” al servicio de los victimarios, infiltrada en todos los niveles territoriales del Gobierno, en el Congreso, la Justicia, la Economía, y hasta en los órganos de control, la Fuerza Pública y las organizaciones sociales comunitarias y gremiales.
La existencia de un “Frente Político” de laviolencia, incrustado como un cáncer en la institucionalidad, ha logrado imponer una ideología reaccionaria que tiene como modo de actuación la estigmatización sistemática y permanente de la organización social comunitaria y de los líderes sindicales, campesinos, comunales y sociales, a quienes se les descalifica mediáticamente, se les margina, se les persigue y se les elimina, con el fin demantener el control político y económico en las regiones y en el alto nivel de la función pública.
Como consecuencia de este hecho, se ha llegado a una situación de desconocimiento de las organizaciones campesinas, que son suplantadas por agentes de los actores armados y voceros de sus intereses. Los esfuerzos que hace el actual Gobierno por combatir estos fenómenos y restituir el reconocimiento alcampesinado y sus organizaciones, empieza a generar cambios positivos, pero aún se pueden calificar solo como “buenas intenciones”, que requieren mucho trabajo y construcción de consensos a través de los mecanismos del diálogo social.
En este contexto de crisis de la economía campesina provocada por el conflicto armado, no ha sido posible que las políticas gubernamentales den los resultados que seesperaban, y se puede constatar un fracaso general de los programas orientados a la reorganización, modernización, diversificación y competitividad de la economía campesina, tanto en el subsector agrícola, como en el pecuario. Un caso ilustrativo son los CMDR, las UMATAS y más recientemente, AIS.
La expropiación violenta de la propiedad campesina tradicional (predios familiares) y comunitaria...