La Reforma Protestante Y Sus Consecuencias Políticas Y Jurídicas

LA REFORMA PROTESTANTE Y SUS CONSECUENCIAS POLÍTICAS Y JURÍDICAS

En los últimos años del siglo XV, se fue formando la necesidad social generalizada de una reforma de la Iglesia Católica, debido tanto a la situación religiosa como a la política. El papado se hallaba sumido en un profundo descrédito, ya que los pontífices mostraban más interés en defender sus deseos como soberanos que enejercer su función de guías espirituales. La cristiandad pudo comprobar cómo los papas se disputaban el favor de la monarquía francesa con el traslado de la corte pontificia de Roma a Avignon (1309-1376). Así también, durante el posterior “Cisma de Occidente” (1378-1417), los pretendientes a pontífices se vieron inmersos en continuas disputas para lograr el favor de príncipes y reyes. El descréditohabía alcanzado también al alto clero, obispos y abades que rivalizaban por ostentar cada vez más poder. La elevada riqueza y lujos de las jerarquías eclesiásticas, su escasa formación, la posibilidad de compra de los cargos eclesiásticos y la emisión de indulgencias provocaban un patente malestar entre ciertas capas de la sociedad. Este desorden, la influencia generalizada de los “humanistascristianos” (Petrarca, Ficino, Pico de la Mirándola, Tomás Moro y Erasmo de Rótterdam) en las mentes más reformistas, y la publicación por parte del reformista Martín Lutero quien contó con el apoyo de los nobles alemanes deseosos por hacerse con las tierras de su principado en propiedad de la Iglesia, fueron los detonantes que hicieron estallar la revolución reformista. (1)
Parte de ladoctrina considera que no se debería “hablar de reforma sino de reformas” (2) por ser un fenómeno dado en muchas zonas de Europa y por tener un elevado elenco de promotores: Lutero, Zwinglio o Calvino, entre otros. De hecho, las cuatro principales tradiciones protestantes surgidas con la reforma fueron la luterana, la calvinista, la anabaptista y la anglicana. Si bien, autores como DE LA HERA, CARLOSSOLER o IVÁN C. IBÁN destacan la figura de Martín Lutero como imprescindible y cabeza de la reforma.

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1) Las religiones monoteístas, en “Religiones del mundo”. Ed. OCEANO.
2) DE LA HERA, ALBERTO y SOLER, CARLOS en “Tratado de Derecho Eclesiástico”. EUNSA. Pamplona, 1994.
La doctrina luterana defendía tres puntos esenciales: la justificación por la fe queindica que las personas no se salvan por sus obras sino por su fe; el sacerdocio universal, según el cual, los creyentes deben interpretar por sí mismos los textos sagrados y la negación del dogma católico que implica que la única fuente de verdad son dichos textos.
Según Lutero, no fue Cristo quien fundó la Iglesia como institución. Esta organización jerarquizada, liderada por el Pontífice,junto con su Derecho, serían elementos añadidos por el desarrollo de la Historia Humana (3). Por ello, Lutero pretendía crear una Iglesia espiritual carente de estructuras de poder o jurídicas. Lutero no sólo atacaba la figura papal, sino también la del príncipe como ejecutor de la ley, ya que, según el reformista, los cristianos eran libres con el único límite de los dictado en las Escrituras: “lasola ley para el cristiano” (4). Sin embargo, Lutero no tardó en resignarse a acudir al poder político (al príncipe) para que se ocupase de todo lo relacionado con su Iglesia no referente a lo espiritual, puesto que su proyecto de comunidad de fieles cuyo fin era la salvación necesitaba una mínima organización. De este modo, Martín Lutero se aproximó paulatinamente al principio que se estableceríaen la Paz de Augsburgo de 1555: “cuius regio, eius religio”, es decir, en un Estado sólo se puede dar culto a la religión de su príncipe. Esta reflexión, nos lleva al terreno de las consecuencias políticas de la reforma protestante en Europa. La difusión del luteranismo y la importancia en aumento de la figura del gobernante político en la Iglesia reformista dará lugar al reforzamiento del...