La Reforma Religiosa
Páginas: 20 (4896 palabras)
Publicado: 13 de febrero de 2014
La Reforma
(Pero justamente el ejemplo de Erasmo de Rotterdam nos muestra la enorme diferencia que hay entre Lutero y sus precursores. Pues éstos se limitaron a enseñar la reforma, y él, en cambio, la vivió.)
(E. friedell, Kulturgeschkhte der Neuzeit.) ]
Pocos movimientos espirituales se prestan menos que la Reforma a una visión de conjunto. El principio del libre examen favorecíapor definición el pluralismo, que si en las grandes confesiones pudo ser considerado como no deseable, acabaría por fomentar la tolerancia y el respeto mutuo en la libertad. Desde el primer momento, las tesis comunes iniciales recorrieron caminos diferentes. En lo relativo a la vida política, esta natural tendencia centrífuga se vio fortalecida por la situación histórica de cada país: en todas lasmaterias de referencia, las posiciones teóricas fueron determinadas en amplia medida por circunstancias de lugar y tiempo.
Lutero
Las sucesivas actitudes de Martín Lutero (1483-1546), jalonadas por virulentos panfletos que extraían de la lengua vulgar jugosas fórmulas de popular resonancia, son a la escala individual eco directo de las fuerzas cuya explosión, algún tiempo diferida, venía aconmover todo el edificio de la cristiandad. En el torbellino de aquella ingente tormenta histórico-espiritual vemos desenvolverse por sacudidas, «sobre la marcha», en la mente del hijo del minero de Eisleben, posiciones no siempre implícitas en sus premisas teológicas y en parte debidas al peso de la circunstancia.
Sin entrar aquí en las discusiones en torno a la personalidad de Lutero, digamostan sólo que no cabe negar su dimensión de homo religiosus agobiado por el problema de su salvación eterna en un ambiente de general descomposición. De acción en reacción, fue recorriendo el agustino del monasterio de Erfurt el camino dramático de las 95 tesis de Wittenberg (1517), la quema de la bula papal condenatoria y la excomunión (1521), la proscripción por la dieta de Worms (1521). Nuncamás, ni siquiera durante su retiro en la Wartburg, quedaría ya al margen de las luchas religiosas y políticas. Su obra enorme, nacida en su mayor parte de la polémica diaria y por ende carente de equilibrio, se le presentaría al propio autor, en las postrimerías de su vida, como un abigarramiento rebelde a la sistematización. Hay que mencionar en primer término los cuatro opúsculos del año 1520, enlengua vulgar, que constituyen como unos primeros «discursos a la nación alemana»: Del papado romano; A la nobleza cristiana de la nación alemana; Del cautiverio babilónico de la Iglesia; De la libertad de un cristiano. Siguieron numerosos escritos de circunstancias sobre cuestiones concretas, como el poder civil y sus límites (Una fiel exhortación a todos los cristianos para que se guarden detumultos y sediciones, 1520-21, publicado en 1522; De la autoridad temporal y hasta donde se le debe obediencia, 1523), el oficio de las armas (De si pueden los militares alcanzar también la beatitud, 1526), etc. Entre sus obras latinas, ya el Comentario a la epístola a los romanos (1515-16) anunciaba los rasgos esenciales de su teología. El De servo arbitrio (1526), dirigido contra el De liberoarbitrio de Erasmo, hizo patente el divorcio entre Reforma luterana y humanismo, que un equívoco inicial ocultara. Pero habrá de tenerse en cuenta siempre el conjunto de la producción de Lulero y las condiciones externas de la misma, si se quiere comprender sus contradicciones o cambios de perspectiva. Los Coloquios de mesa (Tischredeti) son su indispensable clave.
Formado según la tradicióndel nominalismo, que bajo la advocación de Gabriel Biel (h. 1415-1495) predominaba en las universidades ale
manas (especialmente en las de Erfurt y Wittenberg), mantuvo Lutero con toda radicalidad la escisión occamista entre naturaleza y sobrenaturaleza. De ahí que el derecho natural, por el que se rige el «mundo», carezca de significación: ¿no lo cumplen también los turcos y otros infieles?...
(Pero justamente el ejemplo de Erasmo de Rotterdam nos muestra la enorme diferencia que hay entre Lutero y sus precursores. Pues éstos se limitaron a enseñar la reforma, y él, en cambio, la vivió.)
(E. friedell, Kulturgeschkhte der Neuzeit.) ]
Pocos movimientos espirituales se prestan menos que la Reforma a una visión de conjunto. El principio del libre examen favorecíapor definición el pluralismo, que si en las grandes confesiones pudo ser considerado como no deseable, acabaría por fomentar la tolerancia y el respeto mutuo en la libertad. Desde el primer momento, las tesis comunes iniciales recorrieron caminos diferentes. En lo relativo a la vida política, esta natural tendencia centrífuga se vio fortalecida por la situación histórica de cada país: en todas lasmaterias de referencia, las posiciones teóricas fueron determinadas en amplia medida por circunstancias de lugar y tiempo.
Lutero
Las sucesivas actitudes de Martín Lutero (1483-1546), jalonadas por virulentos panfletos que extraían de la lengua vulgar jugosas fórmulas de popular resonancia, son a la escala individual eco directo de las fuerzas cuya explosión, algún tiempo diferida, venía aconmover todo el edificio de la cristiandad. En el torbellino de aquella ingente tormenta histórico-espiritual vemos desenvolverse por sacudidas, «sobre la marcha», en la mente del hijo del minero de Eisleben, posiciones no siempre implícitas en sus premisas teológicas y en parte debidas al peso de la circunstancia.
Sin entrar aquí en las discusiones en torno a la personalidad de Lutero, digamostan sólo que no cabe negar su dimensión de homo religiosus agobiado por el problema de su salvación eterna en un ambiente de general descomposición. De acción en reacción, fue recorriendo el agustino del monasterio de Erfurt el camino dramático de las 95 tesis de Wittenberg (1517), la quema de la bula papal condenatoria y la excomunión (1521), la proscripción por la dieta de Worms (1521). Nuncamás, ni siquiera durante su retiro en la Wartburg, quedaría ya al margen de las luchas religiosas y políticas. Su obra enorme, nacida en su mayor parte de la polémica diaria y por ende carente de equilibrio, se le presentaría al propio autor, en las postrimerías de su vida, como un abigarramiento rebelde a la sistematización. Hay que mencionar en primer término los cuatro opúsculos del año 1520, enlengua vulgar, que constituyen como unos primeros «discursos a la nación alemana»: Del papado romano; A la nobleza cristiana de la nación alemana; Del cautiverio babilónico de la Iglesia; De la libertad de un cristiano. Siguieron numerosos escritos de circunstancias sobre cuestiones concretas, como el poder civil y sus límites (Una fiel exhortación a todos los cristianos para que se guarden detumultos y sediciones, 1520-21, publicado en 1522; De la autoridad temporal y hasta donde se le debe obediencia, 1523), el oficio de las armas (De si pueden los militares alcanzar también la beatitud, 1526), etc. Entre sus obras latinas, ya el Comentario a la epístola a los romanos (1515-16) anunciaba los rasgos esenciales de su teología. El De servo arbitrio (1526), dirigido contra el De liberoarbitrio de Erasmo, hizo patente el divorcio entre Reforma luterana y humanismo, que un equívoco inicial ocultara. Pero habrá de tenerse en cuenta siempre el conjunto de la producción de Lulero y las condiciones externas de la misma, si se quiere comprender sus contradicciones o cambios de perspectiva. Los Coloquios de mesa (Tischredeti) son su indispensable clave.
Formado según la tradicióndel nominalismo, que bajo la advocación de Gabriel Biel (h. 1415-1495) predominaba en las universidades ale
manas (especialmente en las de Erfurt y Wittenberg), mantuvo Lutero con toda radicalidad la escisión occamista entre naturaleza y sobrenaturaleza. De ahí que el derecho natural, por el que se rige el «mundo», carezca de significación: ¿no lo cumplen también los turcos y otros infieles?...
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