La Remolienda Escena Iv
RENATO.– iAqui estoy, Ñatita!
NICOLASA.– ¿Ah?
RENATO.– ¿Qué no me reconoce?
NICOLASA.– Paré q’ no.
RENATO.– Soy el Renato.
NICOLASA.– iAh! ¿cómo le va?
RENATO.– ¿Y que manera es esa de recibirlo a uno, después de tanto tiempo?
NICOLASA.– ¿ Y cómo quiere que lo reciba?
RENATO.–(Estirar,do los brazos hacia ella j Con un abrazo, pues.
NICOLASA .– Ah.(se levanta, lo abraza,él no la suelta ).
RENATO.–(Apretandola) Veinte años sin vernos.
NICOLASA.– iVeinte años! Lo que es el tiempo, como pasa, ¿no? Pa que le voy decir, yo ya ni me acordaba e' su cara fíjese.
RENATO.– Yo la habría reconocido en cualquier parte, a ojos cerrados.(Le da una palmada en el trasero. Ella se aparta, asustada ).
NICOLASA.– Fíjese. Es que he i estao tan dedicá al trabajo. Y con tre hijo...RENATO.– iBah! Yo crei que eran hijas.
NICOLASA.– No, son hijo. Hombres los tre.
RENATO.– Entendí mal endenantes por el teléfono.
NICOLASA.– ¿EI teléfono? Estoy enterá de toos esos adelantos yo. El Abelino me contaba. El Abelino era mi marío. Abelino Morales.
RENATO.– ¿Abelino Morales, Abelino Morales? Parece que yo no lo conocía, ¿no? ¿Con él te fuiste?
NICOLASA.– Con él me jui.
RENATO.– Yasí que ahora está viudita
NICOLASA.– Sí. Es que se murió
.RENATO.– Lo siento mucho, Ñatita
.NICOLASA.– iY yo! Me quedé sin decirle unas cuantas cosas y las tengo to as atragantás aquí.
RENATO.– iHay que ver como son las cosas de la vida!, ino? ¿Cuándo me iba a imaginar yo quese me iba a ir así, tan de repente, sin avisar siquiera? I Con lo bien que lo pasábamos juntos! ¿Se acuerda? (Lapellizca, doña Nicolasa da un gritito ) Y no quiere que la trate de ingrata. ilngrata, eso es lo que es! Porque todas esas historias de que tenía otra mujer no eran ciertas. Que meparta un rayo, si miento. La prueba es que no me casé y que la he estado esperando, solo, solito, acordándome de usté día tras noche (le da un codazo) Las noches sobre todo. En cambio usté, sihasta parece que recién meviniera conociendo. ¿Y la pulsera?
NICOLASA.–(Asustada)¿ Qué pulsera?
RENATO.– ¿Ve como es conmigo? "Nunca más me la voy a sacar", me dijo cuando se la regalé.Y ahora no la tiene.
NICOLASA.– iHay que ver que estoy des memoriá!
RENATO.– Es que te casaste.
NICOLASA.– Eso ha de ser. Tanta rabia que pasa una con el mario, que too se olvia.
RENATO.– Pero te acordorás de ese día que fuimos a bailar aescondidas de tu mamá y despuésnos encontramos con ella en el baile. ¿Te acuerdas? i La cara que puso (ríe ).
NICOLASA.–(Rie, se pone seria )No me acuerdo.
RENATO.– ¿Cómo no te vas a acordar?
NICOLASA.– Es que tanto año que ha pasao.
RENATO.– iY no te acuerdas de... de.... de qué, por ejemplo? ¿Del primer día que me convidastea tu casa y a tu mamá se le cortó el collar que tenia?NICOLASA.–(Feliz) iDe eso me acuerdo! Se le cayeron toas las cuentas aentro 'e la olla 'eporotos! (rien).
RENATO.–(Ríe)iY tu hermana se tragó una, después
!NICOLASA.– iNo! iYo me tragué una!
RENATO.– No, fue tu hermana.
NICOLASA.– No, si iui yo. De eso me acuerdo.
RENATO.– ¿Y qué fue de tu hermana?
NICOLASA.– Tan re alocá que era. Con un fulano se mandó cambiar. Nunca más supimos de ella.
RENATO.– Y tanseriecita que parecía.
NICOLASA.– Se hacía la mosca muerta, no más, pero era como chicharra. la hormiga y la chicharra los decían
.RENATO.– Sí, pues.(Suspira)Y yo, tan ilusionado que venía. Ahora que estamos solos los dos, me dije, podríamos juntarnos, otra vez.
NICOLASA.– Güeno, ¿y en qué topamos?
RENATO.– Es que tan re cambiá que está usté conmigo. Me mira como del otro lao 'el río. Y ni seacuerda que una vez me miró con güena cara.
NICOLASA.– ¿Que me encuentra mala cara ahora, por si acaso?(le sonrie coquetamente).
RENATO.– ¿Por qué me hace eso? iNo ve que me da esperanzas? Y yo, usté sabe, siempre listo. Tengo mi sueldo y ya estoy pa jubilar y dedicarme a usté too el dia. iO es que me encuentra muy viejo?
NICOLASA.– No, si uste, está güeno toavía. Yo, aquí onde me ve,...
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