La Represión Hecha Norma

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INFORME: DERECHO A LA PROTESTA Y EL DECRETO SUPREMO QUE LO REGULA. I. Introducción.

El derecho a la protesta es un derecho que se construye desde el derecho a la libertad de expresión y el derecho de reunión, estos se encuentran regulados en varios cuerpos normativos, de distinta jerarquía: son derechos humanos establecidos en tratados internacionales ratificadospor Chile y que se encuentran vigentes y son derechos fundamentales consagrado en nuestra Constitución (art. 19 Nº 12 y 13). Es común en la discusión pública que se señale que “una manifestación no gozaba de autorización, y que por ello fue disuelta” o que “la autoridad está evaluando no autorizar tal o cual marcha”. El presente informe explicará por qué esas afirmaciones están erradas, como tambiénpor qué el Decreto Supremo que regula el las reuniones públicas atenta contra el contenido esencial del derecho de reunión en los términos del art. 19 Nº 13 de la CPR y su regulación en el derecho internacional de los Derechos Humanos. II. El derecho de reunión en la Convención Americana de Derechos Humanos y su vulneración por el DS Nº 1086, de 1983 del Ministerio del Interior.

Independienteque se trate de una protesta o de una simple celebración, la Convención Americana de Derechos Humanos (tratado ratificado por Chile) contempla el derecho de reunión pacífica y sin armas. Este Derecho, siguiendo el artículo 15 textual de la Convención, “sólo puede estar sujeto a las restricciones previstas por la ley, que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridadnacional, de la seguridad o del orden públicos, o para proteger la salud o la moral públicas o los derechos o libertades de los demás.” En otras palabras, los Estados solamente pueden restringir legítimamente este derecho cuando se cumplen los siguientes requisitos: 1. Se interviene a través de una ley (o sea, una norma tramitada por el parlamento)

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2. Los supuestosdeben perseguir un fin legítimo (seguridad nacional, orden público, protección de la salud pública, protección de la moral pública, o la protección de derechos o libertades de los demás)
3. Además, los supuestos de intervención deben necesarios en una sociedad

democrática. De esta forma, cuando se interviene en una reunión pacífica y sin armas y no concurren los requisitos anteriores, segenerará la responsabilidad del Estado por la violación a este Derecho. En concreto, el Decreto Supremo acá comentado, fallaría en todos los ámbitos en cumplir con la regulación internacional, es decir, si Chile mantiene el Decreto Supremo vigente estaría reprobando en el cumplimiento de la Convención Americana de Derechos Humanos, esto por las siguientes razones. 1. El Derecho Supremo, una normaadministrativa, interfiere en el derecho a la reunión, cuando por la Convención Americana, solo puede ser una ley.

2. En específico el artículo 2.a no persigue un fin legítimo, ya que dar aviso a la autoridad no es a priori defensa de ninguno de los fines explicitados anteriormente.

3. El artículo 2.e es desproporcionado, porque la mera falta de aviso no es título legítimo (desde la Convención) paradisolver una marcha pacífica.

4. Por otra parte, la necesidad democrática de la expresión no puede estar sujeta a la autorización de la autoridad, que siempre se podría sentir incómoda. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, uno de los dos órganos que velan por el respeto de los Derechos Humanos en las Américas, ha venido refiriéndose desde hace casi 50 años sobre la importancia delderecho a la reunión. En un informe de 2006 abordó latamente este derecho y dijo en un párrafo algo muy atingente a nuestro caso: “La finalidad en la reglamentación del derecho de reunión no puede ser la de crear una base para que la reunión o la manifestación sea prohibida. Por el contrario, la reglamentación que establece, por ejemplo, el aviso o notificación previa, tiene por objeto informar...