La república y los partidos: las elecciones en méxico, siglos xviii-xix

La república y los partidos: las elecciones en México, siglos XVIII-XIX

David Carbajal López
Université Paris I Panthéon-Sorbonne

Hoy en día generalmente relacionamos las elecciones con la política moderna, es decir, con términos tales como democracia, representación, opinión pública, partidos, votos, campañas, etcétera. Sin embargo, las elecciones constituyen un tema muy antiguo de lahistoria de la civilización occidental. En efecto, ha habido elecciones desde mucho antes de que la idea de soberanía nacional o popular se constituyera en el fundamento de la vida política, o que la democracia se convirtiera en el ideal a alcanzar. México, o mejor dicho, el reino de la Nueva España, no era ninguna excepción. Todos los años los entonces súbditos del rey católico eran partícipes otestigos de un número muy amplio de procesos electorales. En esta oportunidad me parece importante recuperar la historia de tales prácticas y de su impacto en la construcción de la política moderna en las primeras décadas del México independiente.
Para este fin, examinaremos en una primera parte las elecciones de la época anterior a la independencia. Veremos que éstas tenían un lugarimportante en la organización política de la época, pensada bajo el concepto central de la república, que entonces no tenía el sentido de forma de gobierno, sino que remitía a la comunidad organizada, la res publica, por tanto lo mismo a la monarquía en su conjunto, como a los reinos, provincias, ciudades, villas y pueblos de todo el imperio. Más aún, las elecciones eran propias de una organizacióncorporativa y estaban presentes no sólo en los cuerpos políticos sino en cualquier otra forma de comunidad, religiosa, profesional, educativa, etcétera.
En seguida, veremos que las elecciones tradicionales tuvieron una presencia importante al momento de los grandes cambios políticos de principios del siglo XIX. En el caso del Imperio hispánico, en 1808 la ausencia del rey impone la reorganizacióncompleta del sistema político, que se concreta en la Constitución de Cádiz de 1812. Los constituyentes, procedentes tanto de la península como de los reinos americanos, establecieron las elecciones como principio legitimador de una nueva forma de soberanía, la nacional, pero al mismo tiempo reflejaron en la Constitución una parte importante de la tradición política del Antiguo Régimen.
Enfin, las elecciones de las primeras décadas del siglo XIX comenzaron pronto a reflejar las tensiones entre la continuidad de los ideales tradicionales y las expectativas de nuevos grupos organizados que, sin desligarse por completo de la tradición, la comprometían en la práctica con su cuestionamiento de la unanimidad de la república.

1. La tradición republicana
En el siglo XVIII, elDiccionario de Autoridades de 1737 definía la república bajo dos acepciones principales, la primera como “el gobierno del público” o “el gobierno de muchos”, gobierno que podía adaptar formas como la monarquía, la aristocracia y la democracia; sin embargo, la segunda acepción era un tanto distinta, pues equiparaba república a “la causa pública, el común o su utilidad”[1]. En uno u otro caso, repúblicatenía que ver con público, que era precisamente el “común”, es decir, el conjunto de los habitantes de un pueblo, villa o ciudad. República no era sino la comunidad política misma, que por cierto no podía imaginarse desprovista de los hombres que ejercían “los oficios públicos”, esto es, los “republicanos”, “amigos del bien público” u “hombres de representación”, en el sentido de hombres deautoridad, todo según la terminología de la época[2].
Tales “republicanos”, llamados también llamados “padres de la patria”, eran quienes debían velar por el “bien público”, o por la “policía” según se decía entonces, es decir, “el buen orden de villas y repúblicas”, que contemplaba lo mismo el bienestar material (aprovisionamiento de alimentos, vigilancia nocturna, composición de calles y...