La reserva del Santísimo Sacramento

La reserva del Santísimo Sacramento
En los templos del siglo I no hay traza alguna del sagrario. Su lugar estaba ocupado por el cofre que custodiaba la Palabra de Dios. Después se concibió el altar como tienda del tabernáculo. Se llegó a la forma de sagrario que hoy conocemos de modo gradual.
En primer lugar hubo un templete debajo de un baldaquín de mármol del que pendían lámparas encendidas.Entre las columnas del templete se colocaban unas cortinas. El sagrario como tienda del santuario, como lugar de la shekhiná, de la presencia del Dios viviente, comenzó a desarrollarse en el siglo II como trabajado producto de encendidas disputas teológicas. En ellas se confirió un puesto predominante a la presencia permanente de Cristo en la hostia consagrada.
La transubstanciación, la adoracióndel Señor en el Sacramento, el culto eucarístico en la custodia y las procesiones no serían sino desviaciones de la edad media. El don eucarístico sería sólo una cosa destinada a ser comida, pero nunca algo que hay que contemplar. Esas discusiones dieron a luz las conclusiones de los grandes teólogos del siglo XIX y de la primera mitad del XX cosa que parece haberse olvidado hoy.
En Pablo, el pany el vino se convierten en Carne y Sangre de Cristo, que Él mismo, el Resucitado, está presente en ellos y que se entrega como alimento a través de las especies eucaristías. El capítulo 6 del Evangelio de Juan presenta la presencia real. De la misma manera para los Santos Padres (Justino, Ignacio de Antioquía, Agustín) no hay duda alguna sobre el gran misterio de esta presencia, ni sobre latransubstanciación.
En H. de Lubac estuvo siempre claro que el objetivo de la Eucaristía es nuestra propia transformación, de modo que lleguemos a ser “un solo Cuerpo y un solo Espíritu” por nuestra unión con Cristo. Hasta la primera Edad Media, la Eucaristía se expresó con el apelativo de “corpus mysticum”. La Eucaristía convierte a la humanidad en un templo viviente de Dios, que nos configura con elCuerpo de Cristo. Se designó “corpus mysticum”, para llamar por su nombre al Cuerpo sacramental, a la presencia corpórea de Cristo en el Sacramento.
Este Sacramente se nos entrega a fin de que seamos nosotros mismos los que nos convirtamos en “corpus verum”, es decir, en Cuerpo real de Cristo. En la Edad Media se tomó el “corpus mysticum” por “corpus verum” y viceversa. “Corpus verum”:Sacramento; “Corpus mysticum”: Iglesia. Hay que reconocer que se perdió algo de la dinámica escatológica; es preciso decir que decayó el carácter comunional de la fe.
El Cuerpo Eucarístico del Señor nos quiere unir consigo para que todos nos convirtamos en su “verdadero cuerpo”. La conciencia de la primitiva Iglesia tuvo siempre claro que el pan transubstanciado permanecía tal. He aquí el motivo por el queera conservado para ser administrado a los enfermos. A medida que fue pasando el tiempo, esta conciencia fue llegando a un grado mayor de profundidad. El don se transubstancia. Él mismo se hace presente en el pan y en el vino. El Cristo total se encuentra allí.
La presencialidad eucarística no fue entendida como persona presente, sino como la existencia de un don. El ser de Cristo no seconvierte en un objeto. Lo que tenemos en la Eucaristía es la presencia personal de Cristo. Cuando se recibe la Eucaristía se da la compenetración de las personas. “Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí” (Ga 2,20). Sólo así la recepción de la comunión es un acto humano que eleva al hombre y lo transforma.
La conciencia de que “Él mismo está plenamente en el sacramento y de que Él es quienpermanece en el propio sacramento” se hizo presente en el Medioevo cristiano con una nueva intensidad. Fue decisiva la experiencia de los santos (Franciscanos y Predicadores). En las especies transubstanciadas está presente el Señor. Cuando esto se percibe con todas las fibras del corazón, del entendimiento y del sentido, la consecuencia se torna clara. Hace falta que habilitemos un lugar digno...