La Resistencia - Miradas de Galeano
Dicen los que se ocupa de los recién nacidos que el primer gesto humano es el abrazo. Después de salir al mundo al principio de sus días los bebes manotean como buscando a alguien.
Otros, los que se ocupan de los yavividos, de los que están por irse dicen que los viejos, al fin de sus vidas, mueren queriendo alzar los brazos. Y así es la cosa, por muchas vueltas que le demos al asunto, y por muchas palabras que le pongamos. A eso, así de simple se reduce todo, entre dos aleteos, sin más explicación, transcurre el viaje, lo único imprescindible es la resistencia.
Aunque la paz sea arrasada por la violencia,de esos miedos nacen los corajes, y de las dudas, las certezas. Los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios, otra razón. Al fin y al cabo somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quietita en una vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día.
En esa fe, fugitiva, creo. Me resulta la única fe dignade confianza, por lo mucho que se parece al ser humano, jodido pero sagrado, y a la loca aventura de vivir en el mundo. En este maravilloso mundo.
EL sistema invisible te mutila sin disimulo: te prohíbe cantar, te prohíbe decir, te prohíbe hacer, te prohíbe ser. Lo invisible del sistema, en cambio, te convence de que la servidumbre es tu destino y la impotencia tu naturaleza: te convence de que nose puede decir, no se puede hacer, no se puede ser.
El culpometro indica que el inmigrante viene a robarnos el empleo el peligrosimetro lo señala con luz roja.
Si es pobre, joven y no es blanco, el intruso, el que vino de afuera, esta condenado a primera vista por indigencia, inclinación al caos o portación de piel. Y en cualquier caso, si no es pobre, ni joven, ni oscuro, de todos modos merecela mal venida, porque llega dispuesto a trabajar el doble a cambio de la mitad.
El pánico a la pérdida del empleo es uno de los miedos más poderosos entre todos los miedos que nos gobiernan en estos tiempos del miedo, el inmigrante esta situado siempre a mano a la hora de acusar a los responsables del desempleo, la caída del salario, la inseguridad pública y otras temibles desgracias.
De lostopos, aprendimos a hacer túneles. De los castores, aprendimos a hacer diques. De los pájaros, aprendimos a hacer casas. De las arañas, aprendimos a tejer. Del tronco que rodaba cuesta abajo, aprendimos la rueda. Del tronco que flotaba a la deriva, aprendimos la nave. Del viento aprendimos, aprendimos la vela. ¿Quién nos habrá enseñado las malas artes? ¿De quién aprendimos a atormentar al prójimo ya humillar al mundo?
El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos condena al hambre de pan y a muchos condena al hambre de abrazos.
El buey solo bien se lame, ese si es un sistema del desvinculo. El prójimo no es tu hermano, ni tu amante. El prójimo es un competidor, un enemigo, un obstáculo a saltar, una cosa para usar, una presa para fagocitar.
El miedo seca la boca, moja...
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