La responsabilidad social

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

Introducción

Para iniciar el siguiente trabajo es preciso hacer referencia de donde partimos y hacia donde se quiere llegar.
La inquietud por el tema surque a partir del título de un artículo que estaba leyendo acerca de los males del mundo, el mismo partía de un atentado de la ETA en España y desarrollaba como de alguna u otra manera somos artíficesde los males que se dan en el mundo. De hecho el título del artículo decía “Yo también soy responsable”, lo que me interpeló profundamente y me pregunté ¿Yo también soy responsable?
Puedo o podemos individualmente como dice el texto, ser responsables de tamaño acontecimiento producido al otro lado del planeta…. somos un poco actores de la paz y de la guerra…. somos responsables del a justiciay del dolor ajeno.
Tal vez nos acomodamos a la sociedad de bienestar, sólo deseando una vida cómoda y de conciencia tranquila, consumiendo y acaparando muchos bienes creándonos una burbuja de aislamiento para no sentir el dolor de la privación del otro, para no sentirlo como fracaso propio y de este modo ser testigos pasivos de la injusticia, en actitud temerosa o insensible; dejando queotros hagan y acrecienten la injusticia.
O debemos ir al extremo de no poder disfrutar una buena cena, tomarnos vacaciones o cambiar el auto si tuviéramos real conciencia de que esos beneficios se deben a un sistema que excluye de lo básico a muchísimos hermanos.
Muchos son los interrogantes a tal vez muchas las causas de estas inquietudes, pero de lo que sí estoy seguro es que puedo sentirel dolor ajeno, en la piel, en el alma, pero eso no alcanza para mitigarlo. Hay que actuar para modificar la injusticia.
Tengo que comprometerme por la justicia ante los demás “a pesar de mi mismo”, más allá de mi mismo”, como si la suerte de la humanidad dependiese totalmente de mí. ¿Cuál es la tarea más urgente, hoy? se pregunta Levinas; y responde: “La tarea consiste en introducir laigualdad en el mundo abocado al juego y a las luchas mortales de las libertades”[1]

La conciencia de los valores de la persona

La conciencia es el conocimiento o juicio (no puedo dejar de hacer nada sin la conciencia), permanente y habitual (me pasa siempre) que elabora la razón en relación con la rectitud moral de un acto humano y podemos identificarla con el corazón, centro y fuente dela actividad moral.[2]
La dignidad de la persona implica y exige siempre la rectitud de conciencia, esto es, que busque honradamente la verdad y que de hecho la siga de inmediato. No basta con contemplar la verdad, sino con sentirme movido a seguirla. Si obro de otra manera puedo estar atacando a mi dignidad, me voy oscureciendo, insensibilizando a los valores; me voy creando una carcasafrente a la conciencia.
Cuando sabemos que tenemos que obrar rectamente y no lo hacemos, caemos en un peligro. Vemos que tenemos que cambiar pero nos cuesta, buscamos excusas para no hacer las cosas.
La conciencia nos hace ver la verdad pero esa verdad que ella misma ha percibido[3] me impone que la siga, que adhiera a ella porque está en juego mi ser hombre, mi persona. De otra manera metraiciono a mí mismo.
La conciencia es nuestro tesoro aunque no siempre la verdad esté del lado de nuestros gustos y placeres. Estar con la verdad exige subir un escalón más.
La decisión moral consciente es compleja porque se mezclan en el momento de decidir deseos y necesidades, y debemos irlos equilibrando en nuestra vida para ir construyendo la felicidad.
La conciencia en ciertomodo pone al hombre ante la ley, siendo esa misma conciencia el testigo único e inalienable de su fidelidad o infidelidad. Lo que sucede en la intimidad de la persona está oculto a la vista de los demás, ya que la conciencia dirige su testimonio solamente hacia la persona misma, y a su vez, sólo la persona concede su propia respuesta a esa voz (la satisfacción de haber obrado o estar obrando con...