La Rev. Del Voto
Capítulo seis: Guerra y política: entre la legalidad electoral y la práctica pactista.
La constitución de 1826, sancionada en un contexto absolutamente desfavorable marcó la crisis final del Congreso y con ella la de parte de un grupo dirigente que poco a poco, quedo aislado de la escena política rioplatense. La renuncia de Rivadavia a la presidenciafue seguida por la restitución de la provincia de Buenos Aires a su antiguo jurisdicción, decretándose la reinstalación de la junta de representantes por orden del presidente provisorio, Vicente López y planes. La nueva legislatura designó gobernador a Dorrego y pocos días después removió a los diputados por Buenos Aires del Congreso General constituyente, dando así el golpe de gracia que culminócon su disolución. Buenos Aires reasumió, nuevamente, la dirección de la guerra y Relaciones Exteriores, quedando Dorrego al frente de la conflictiva paz con el Brasil y de la no menos problemática situación que imperaba internamente en el recién restituido estado provincial. Las elecciones se realizaron en un clima de creciente tensión. Una lista de tendencia Federal obtuvo la mayoría desufragios. Indudablemente, la fragmentación en dos campos, unitarios y federales, después de la reunión del Congreso representaba un clivaje nuevo en el espacio electoral, aunque esto no debe ocultar la complejidad de los realineamientos políticos. Por un lado, los estratos inferiores de la pirámide electoral comenzaron a expresar signos de una división. La forma de ir vestido a votar, donde el frac y lalevita presuponía el voto unitario mientras que la chaqueta el voto federal, o las consignas que los sufragantes proclamaban a viva voz identificándose, en cada caso con alguna de las dos facciones expresa los cambios producidos en el universo de los votantes. Por otro lado, una violencia inédita en el ejercicio del sufragio subraya el segundo elemento de transformación en los comicios; laviolencia fue acompañada por una catarata de denuncias respecto de los abusos cometidos en el acto de votar. A partir de 1827, la discusión giró alrededor de nuevos tópicos: la coacción física ejercida por diferentes tipos de líderes intermedios, la atención en tele y práctica electoral y los vicios manifiestos en los momentos de formar la mesa, controlar el voto y realizar el escrutinio. Las eleccionesdel 4 de mayo de 1828 constituyeron, en este sentido, el escenario propicio en el que se concentraron todo los rasgos ya perfilados durante las elecciones de 1827: manipulación, violencia, vicios, todo fue denunciado en ellas. Las denuncias reflejaban, por otro lado, la presencia de todos los estratos en las mesas electorales. Triunfante la lista que apoyaba el gobierno, todos parecieron estarpresentes ese día en los atrios de las iglesias. Las repercusiones que tuvieron los escandalosos introducidos se manifestaron, en forma inmediata, a través de la reactualización del viejo dicho de petición y, en el mediano plazo, en el descrédito de la legalidad electoral. Apenas concluía las elecciones, un grupo de ciudadanos suscribió una petición que presentaron a la sala de representantes. Enella, luego de denunciar los escándalos producidos en las elecciones, solicitaban que éstas fueran anuladas el nuevo estilo de participación electoral generó seria preocupación en el interior de los grupos que conformaban la elite dirigente presentándose como una seria amenaza para la estabilidad política. La violencia y la corrupción electoral se habían instalado con problemas y, al mismo tiempo,como argumentos de la oposición para avalar la primera ruptura de la legalidad electoral producida luego de 1821.
Revolución y pacto.
El 1 de diciembre de 1828 estalló en Buenos Aires una revolución militar, liderada por el general Lavalle y alentada por algunos dirigentes del unitarismo. El ejército, recién retornado de la guerra contra el Brasil y disconforme con los términos de la paz que...
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