La revolucion de la etica
“LA REVOLUCIÓN EN LA ÉTICA”
Bilbeny, N., Anagrama, Barcelona, 1997
MÍNIMO COMÚN MORAL
RESUMEN
El autor plantea una ética del mínimo común moral como una alternativa a una “ética de máximos o de mínimos”, basada en pautas comunicables y al mismo tiempo compatibles con todas aquellas que no están enabierta contradicción con ellas. Esta alternativa es planteada y defendida a través de una perspectiva generativista, donde las normas y principios provienen de una genealogía cultural que precede al sujeto de la ética, y lo que importa es el orden de realidades que sirve de fundamento al mínimo común moral; o desde una perspectiva constructivista, en el que las pautas de conducta resultan de unareconstrucción racional de lo que el sujeto tiene a su alcance, donde se opera desde la universalidad. En ambos casos como cualquier norma de conducta tiene que obedecer los requisitos de racionalidad y universalidad para así estar en armonía con toda aquella norma que no se contradiga abiertamente con ella.
El orden de procedimientos que sirve de base para una ética del mínimo común moralse basa en tres principios que involucran elementos relativos a la imaginación y los sentidos, sin los cuales una ética no tiene demasiado sentido ni es capaz de ser puesta en práctica.
Pensar por uno mismo
Es fundamental para una ética del mínimo común moral, y supone el hecho de pensar por uno mismo cualquier clase de bien que se este dispuesto a elegir, lo cual no es una forma deactuar gratuita ni contraproducente, sino más bien parece hecha a la medida de nuestra especie por poseer inteligencia, instintos y capacidad de dar forma a esa inteligencia e intentar una autonomía moral.
Imaginarse en el lugar del otro a la hora de pensar
El principio de reciprocidad del pensamiento es tan necesario como el de autonomía para una ética del mínimo común moral. Al cooperar conel prójimo y sortear la abierta contradicción con él, aprendemos a ser autónomos y a evitar la contradicción en la forma personal de pensar.
El esfuerzo de “ponerse en el lugar del otro” nos requiere un cierto principio interno y externo del yo, lo que conlleva una alta dosis de empatía con base cognitiva, por ello la reciprocidad es un principio de los más asentados en el comportamiento social.Pensar de forma consecuente con uno mismo
Es el principio de reflexividad, que recuerda la importancia de que tras pensar por uno mismo, teniendo en cuenta al otro, hay que pensar teniéndose en cuenta a sí mismo y asumiendo las consecuencias morales del modo de pensar reflexivo. Podemos destacar dos consecuencias morales: una la disposición de obrar de forma consecuente con uno mismotratando de evitar así la contradicción ética que es contradecirse en la propia voluntad; y otra el sentimiento negativo que generalmente acompaña al percibir la propia voluntad dividida y encontrarse en contradicción con uno mismo, esta contradicción es la conciencia de haber actuado mal y actúa como prevención o autocorrección de malas actuaciones.
La ética cognitiva del mínimo común moralconlleva valores y creencias de signo moral que la libran del reproche de no ser suficientemente densa o estimulante. En el principio de la reflexividad se consigna el valor de la responsabilidad; desde el principio de reciprocidad, se asume el valor de respeto a la existencia del prójimo y a su personalidad moral; y desde el principio de autonomía se sienta la base de una ética del mínimo común moralal tomar en serio a la persona y adjudicarle un valor de dignidad por el hecho de asumir ella sus facultades de entendimiento.
RELACIÓN CON EL PARADIGMA PROFESIONAL ENFERMERO
Dentro del enfoque global de enfermería, los conceptos de persona, salud, entorno y cuidado se contemplan de una manera genérica. Desde esta perspectiva, la persona puede entenderse no solo...
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