La revolución francesa y su efecto libertador en la educación
Benito Juárez García.
L
a prisión de las torturas y muertes inexplicables, el gran símbolo del despotismo monárquico, “La Bastilla” sería elescenario elegido por el pueblo de París para iniciar una revolución que cambiaría al mundo para siempre.
Con el humo aún levantándose de La Bastilla, el 14 de Julio de 1789, Luis XVI pregunta a unode sus asesores: ¿Es una revuelta? A lo que este le responde: “No señor, es una revolución”. El pasado comienza a desmantelarse, el pueblo desarmado, con sus propias manos y un ímpetu imparable luchaen apoyo a las propuestas de los diputados del Tercer Estado, encabezados por Robespierre, los portavoces de los ideales más nobles que puede anhelar un pueblo: la justicia social, la libertad deprensa, la igualdad entre todos los ciudadanos y la creación de una república, sufragio universal, erradicación de la pena de muerte, acabando por completo con las costumbres medievales.
Cuando los quemandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto; y en esta ocasión sería el hambre, la miseria, el frío y la desesperación lo que llevaría al pueblo a levantarse en armas por una nuevae inigualable forma de justicia. “¡Gente de París , es el momento de que abráis los ojos, es el momento de salir de vuestro letargo. Despertad! “, encabezados de periódicos del pueblo instan alpueblo a organizarse, campesinos, mujeres, hombres, todos los ciudadanos forman parte de este proceso histórico que desembocaría, entre otras situaciones en la firma de Luis XVI de la “Declaración de losDerechos del Hombre y el Ciudadano” y finalmente el triunfo de la revolución.
A partir de este momento, se impulsa en el ser humano la libertad en cada aspecto de su vida. La educación no fue laexcepción. Con las ideas de humanistas ilustrados, de ideas de izquierda progresistas como Antonio María de Condorcet, la educación se concebiría como un derecho universal, al ser laica e igual para...
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