La rosa irreverente del horizonte camp

Copi, la rosa irreverente del horizonte camp




Por qué seremos tan pizpiretas, charlatanas, tan solteronas, tan dementes,
por qué estaremos enesta densa fronda
agitando la intimidad de las malezas...

Nestor PerlongherPor qué seremos tan hermosas




La primera vez que escuché la palabra camp, lo asocié inconscientemente con algo festivo, casi naif, quizás lo relacioné con el Floreale, una de las tantas variantes del art nouveau. Debo confesar que al haber compartido varios años demi vida en el ámbito de la arquitectura, mi intuición de alguna manera ya había sido burlada por una especie de código de asociaciones irreversibles. De algo no tenía duda; el término tenía la suficiente fuerza simbólica como para no admitir ninguna traducción, había que aceptarlo tal como venía, importado y sin traducción simultánea.
Más tarde apareció en mi camino la referencia a Susan Sontagy su célebre ensayo “Notas sobre lo camp” publicado en 1964. Aunque su trabajo es de un alto contenido crítico y discursivo, ella confesaba sentirse atraída por lo que definía como: “sensibilidad camp”. La bisociación entre ambos términos me hace relacionarlo más con una publicidad de desodorante, que asimilarlo a una postura estética. Y ¿qué sería lo camp? Según la definición de la propiaSontag: “el amor a lo no natural, al artificio y a la exageración”, también lo ubica en el universo de lo ambiguo al señalar que: “el andrógino es ciertamente una de las mejores imágenes de la sensibilidad camp”.
En una línea opuesta, no tan esteticista, Judith Buttler relaciona lo camp con la homosexualidad. Ya que el homosexual veía amenazados sus derechos por los discursos hegemónicos quedesvalorizaban su identidad, y como reacción natural aprendía a no darle valor a éstos, Buttler considera que la lectura camp se convirtió en el correlato de la oposición a los mismos, además de una liberación a las restricciones de la sociedad patriarcal y machista, generándose una nueva retórica al servicio de la comunidad gay, llevando de esta manera la discusión del término camp hacia el terreno delo político.
Más allá de las divergencias en cuanto a postura estética o política, los años 60 fueron el caldo de cultivo para la cultura camp, surgiendo como icono emblemático la figura de la drag queen (término más cercano al transformista que a la travesti). La drag era una verdadera teatralización de la femineidad, subrayada con trazo grueso, y su postura frente al sistema era manifiestamentesubversiva al plantear la artificiosidad de la idea de género, ya que trasladaba una práctica surgida en el ámbito escénico a lo público. Un punto de inflexión entre las insurgentes drags y el establishment fue la revuelta de Stonewall, en pleno Village Neoyorquino en Junio de 1969. Lo que marcó un antes y un después para la reivindicación de los derechos de la comunidad homosexual, englobada hoyen día en el movimiento LGBT .
Dentro de este marco sociopolítico el teatro como manifestación cultural no podía estar ajeno, y de a poco comenzaron a surgir especialmente en algunos países europeos un teatro de las márgenes que poco a poco ganó terreno en ciertos círculos intelectuales.
Uno de los referentes más emblemáticos fue el rioplatense Copi, cuyo nombre era Raúl Damonte Botana,...