La ruta de la seda, resumen del artículo de liu xinru

Universitat Pompeu Fabra |
The Silk Road. Overland Trade and Cultural Interactions in Eurasia |
Xinru, Liu |
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Yuri Caravaca Gallardo |
11/12/2009 |

El artículo de Liu Xinru pretende describir el proceso mediante el cual el budismo se transformó, desde sus orígenes en la India, en un agente fundamental para entender la evolución y consolidación de la Ruta de la Seda. El budismohizo posible el comercio incluso en las circunstancias más adversas, pues invistió de sacralidad a los productos de lujo que por ella circulaban, generando una demanda ligada a sus funciones religiosas y espirituales.
Las primeras ordenes monásticas budistas —los shangas— surgieron en el noreste indio, entre las planas medias y bajas del Ganges, desde donde Buddha —el sabio o muni de la RepúblicaShakya— empezara a difundir su doctrina a caballo entre los siglos VI y V a.C. Por aquel entonces los Kushanes dominaban el área septentrional, y en su conjunto el norte se hallaba bajo un intenso periodo de urbanización —el segundo tras el que tuvo lugar entre el tercer y el segundo milenio a.C—, una transformación centrífuga irradiada desde el noreste, que devino el núcleo económico y político delsur de Asia. Las primeras instituciones budistas cristalizaron en este próspero entorno, patrocinadas por los Kushan.
Con el paso de los siglos, el budismo fue sofisticándose y, a medida que su implantación se afianzaba, los primitivos shangas dejaban paso a instituciones cada vez más complejas. Durante las primeras centurias después de Cristo, el Budismo Mahayana prevaleció de entre todas lassectas coexistentes. Su doctrina significó la consagración de dos tendencias de largo recorrido: una teológica, la asunción de un nihilismo —genuino en el primer budismo, aunque llevado a sus últimas consecuencias— que propugna la naturaleza ilusoria del mundo material, el vacío y la ausencia de entidad de todas las cosas que por él transitan, incluidos los sujetos; otra, de cariz institucional,esto es, el protagonismo de los monasterios, que capitalizaron el arte budista —mediante donaciones o asumiendo autónomamente la construcción de estupas y otras grandes estructuras monumentales— desde el momento en que se consolidaron como cédulas económicas esenciales en tanto que auténticas sedes del comercio de la época.
Sin embargo, más allá del ascetismo y el aislamiento que se presume a lasórdenes monásticas, lo cierto es el arte nos ha legado muestras de la convivencia entre el mundo religioso y urbano, lo que a su vez revela el papel central de los monasterios en la vida comercial. Durante el periodo Kushan, las dos principales escuelas artísticas budistas reflejaron este fenómeno: tanto el arte Gandharan del noroeste indio —con influencias persas y helenistas— como la escuelaMathuran —más autóctona— muestran la huella del comercio con Roma en sus motivos.
La suntuosa majestuosidad de las estupas y las comodidades de los templos se conjugaban con la metafísica del vacío y la indulgencia respecto a lo material en la literatura sánscrita budista, incardinada en el pensamiento Mahayana. El Sutra del Loto (Saddharmapundarika) es su paradigma, y en sus páginas sentencia que nohay secta capaz de alumbrar la verdad, pues sólo Buddha alcanzó tal revelación, y el mundo, dice, sólo es cognoscible por medios que trascienden la capacidad humana: lo sobrenatural. De modo que el camino de la revelación se condujo por medio de la adoración hacia Buda, y el modo más efectivo de plasmarla fueron las generosas donaciones de reliquias y exquisitos materiales que alimentaban lasestupas que por doquier empezaron a erigirse.
Cada estupa debía contener los siete tesoros —lo que indistintamente se interpretaba como la presencia de algunos de estos materiales: oro, plata, lapislázuli, cristal, coral rojo, perlas, ágata u otras piedras preciosas—, productos que, junto a otros como la seda, fueron cargándose de significación hasta el punto de transformarse en el epítome de la...