La Saga De Los Confignes
En Los Confines, una de las zonas de las Tierras Fértiles, vive el huisihuilke Dulkancellin, sus hijos y la vieja Kush. Ellos, al igual que el resto de los pueblos, viven tranquilamente sus existencias, enfrentando sus problemas cotidianos. Esta paz se quebranta cuando un mensajero extranjeroarriba para avisarle al guerrero que ha sido elegido para representar a su pueblo en un concilio entre todas las tribus. La Magia ha detectado que unas naves se aproximan a las Tierras Fértiles desde las Tierras Antiguas, pero aún no logra descubrir si se trata del regreso de los antepasados de los bóreos, gente amiga, o de sus adversarios, los sideresios, al servicio de Misáianes. Esta mítica entidadcondensa el Odio Eterno y su posible llegada a las Tierras Fértiles supondría caos y dolor para su gente. Ante el peligro, Dulkancellin decide acudir al concilio, ignorando que su partida marcará el inicio de Los Días del Venado, cuando la fuerza de todos los pueblos se una contra la impalpable maldad tanto de sus enemigos como de sus propios corazones.
Una de las críticas más recurrentes ala Fantasía escrita en Latinoamérica es su predilección por imaginarios medievales y europeos, tendencia que se ha ido haciendo cansina por su recurrencia genérica. Si bien personalmente creo que lo más importante en una obra literaria —sea de Fantasía o no— es su calidad literaria general y no necesariamente el imaginario que se elija para narrarla, sin duda llama la atención que exista aún unlimitado interés por rescatar las tradiciones legendarias de nuestro propio continente a partir de este género, de una manera significativa y no superficial. Lamentablemente, muchas iniciativas que han intentado rescatar este legado originario para la Fantasía no han logrado aprovechar su enorme potencial cultural y estético, de modo que los proyectos más interesantes han terminado escribiéndosedesde una ficción realista más cercana a la historia.
Ese es el mayor mérito de Los Días del Venado y, por extensión, de las otras obras que componen La Saga de los Confines, de la autora argentina Liliana Bodoc (Santa Fe, 1958): retomar tradiciones y legados culturales de numerosos pueblos originarios de Latinoamérica y reelaborarlos estéticamente en función de una historia de Fantasía Épicabasada en el clásico enfrentamiento arquetípico entre el Bien y el Mal.
El trabajo de Bodoc al respecto es admirable en su esfuerzo por hacer perceptibles estas raíces históricas sin que por ello minen la Fantasía que es parte de la esencia de toda la novela. Las diversas tribus de las Tierras Fértiles poseen nombres de claros orígenes lingüísticos propios de pueblos como los mapuches, mayas yaztecas, entre otros. Están los huisihuilkes de Los Confines, a donde pertenece la familia protagónica de Dulkancellin, los zitzahay, los bóreos, los Señores del Sol, los Pastores y el Clan de los Búhos.
La descripción minuciosa de las tradiciones de cada uno de estos pueblos reelaborados sigue en la senda de exhibir una forma de vida rural propia de las culturas precolombinas, en íntimocontacto con la naturaleza. Se aprecia también la influencia literaria que obras como el Popol Vuh y los numerosos documentos históricos de la época que aportan a la configuración del universo de la obra. Sin embargo, la autora trasciende estas referencias y se acerca a la creación de un Mundo Secundario propio, más allá de que esté fuertemente inspirado en la cosmovisión del continente latinoamericano.Se narra la presencia de un tipo de Magia que no se queda en la superchería, sino que adquiere un valor concreto, el de un poder atávico de la naturaleza que se ve representado a través de dos concepciones distintas, la de la Cofradía del Aire Libre y la de la Cofradía del Recinto.
En la obra también aparecen criaturas fantásticas como los lulus o las mujeres peces, así como tradiciones...
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