La Sal

La sal. Debe haber algo hermoso… algo sagrado en la sal, porque está en el mar y también está en las lágrimas. Me intriga su secreto, admiroalgo tan simple como la sal.

La sal opaca sabores pero también realza otros, y como te dije, está en el profundo mar y en las libertadoraslágrimas.

Lo malo es para unos bueno y lo bueno es para otros malo; que contradicción tan más rara y normal.

-¿Cómo piensas todo eso?; -Eso noimporta, lo importante es el amor, pero el amor es cruel y es júbilo, confusión y verdad.

También soy admirador secreto y ahora no tan secretoporque te lo voy a decir: Admiro los árboles. Son gigantes, fuertes y sabios, no tienen una voz que podamos escuchar, pero tienen una amor que no todospueden apreciar; miran el tiempo, miran muertes y nacimientos, son observadores silenciosos, tiene vida y dan vida, son generosos, no son comonosotros los humanos, ellos no son egoístas; sino dime ¿cuando un árbol le ha negado el fruto a un asesino? o ¿cuando un árbol le ha negado lasombra a los enamorados?

Nos dan, no nos quitan, nos ayudan y saben escuchar; y saben guardar secretos, soportan tempestades y los descuidos de lagente, buscan la humedad en el corazón de la tierra para poder vivir y darnos de él. Dan vida, y cuidan de la vida, son el refugio de animalitos yson protectores de ellos y siempre están de pie al filo de la vida misma, y mueren así mismo, de pie, de viejos, de sabios.

Ulyses Sabines.