La salud

“Los Brujos de Ilamatepeque” habla sobre dos hermanos, Cipriano y Doroteo Cano, que regresan a su pueblo natal después de diez años. Los hermanos fueron soldados de Francisco Morazán, quien ya había sido fusilado y era un enemigo en Ilamatepeque. Habla sobre como ellos, personas civilizadas, tratan de ayudar a sacar al pueblo adelante ya que hay mucha ignorancia, pero sus intenciones son malinterpretadas porque pertenecieron al ejercito de Morazán y son listos.4. Elabora un guion teatral de cualquiera de los capítulos del texto.
El Regreso
Se han detenido en la colina dos hombres descalzos, medianos de estatura, robustos, de legítima estirpe indígena.
Ambos se han detenido para contemplar con regocijo el poblado de Ilamatepeque, tendido a sus piesen la planicie, junto al rio Ulúa, en el departamento de Santa Bárbara.
Cipriano:-¡Al fin hermano Teo! ¡Hacia un tiempal que no mirábamos nuestro pueblo! ¡Esta igualito!
Doroteo:- Ni mas ni menos. Mire: hasta el mismo palo ensebado para los cipotes, en las fiestas de San Cristobal.
Cipriano:- Pero muchas gentes han de haber ¨pelado el ojo¨.
Doroteo:- Eso si, manito, aunque aquí, a lo mejor ni¨la pelona¨ pasa.
Ríen con más anchura y, a pasos largos, bajan la colina por el sendero pedregoso. En la ribera sombreada del Ulúa, hay varias mujeres, indígenas como ellos.
Hermanos Cano:- Buenas tardes, niñas.
Mujeres:- Buenas tardes, cristianos.
Por más que ellos escrutaban, queriendo reconocer a alguna de las muchachas, es muy difícil. Son caras desconocidas. Es hasta después de pasar elrio Ulúa, cuando van trotando hacia las chozas del Barrio Abajo, a orillas del poblado, que una mujer madura, Narcisa López, sacando de su baúl de recuerdos hasta el ultimo trapo, reconoce a los hombre.
Narcisa López:- ¡Estos dos no son forasteros: ellos son lo hermanos Cano, los hijos del finado Chilo! ¡Vaya, si aquí todos los creían muertos!
Mujer:- ¿Los hermanos Cano?
Narcisa López: - Simujer. Son ellos. Lo podría jurar. ¿Dónde andarían perdidos tanos años?
Mujer:-Sepa macho. Los hombres son piedras que andan, pero siempre vuelven a su cerro.
Lavandera:-¡Ah! ¿Son los Canito? ¡Válganos la Virgen de los Desamparados! ¡El ¨Coludo¨ viene con ellos!
Narcisa López:- ¿Por qué, mujer? ¡Vos estas loca! Son buenas gentes.
Lavandera:-¡Codo! Aquí se supo que eran de los que andaban con eltal Chico Morazán, a quien Dios tenga en los avernos.
Narcisa López:- No hay que hablar así, nadie sabe de donde vienen y ya vos estas con la lengua larga.
Al llegar a las casas de sus padres la miran destruida y se ponen a pensar que pasaría con sus padres mientras ellos no estuvieron en su pueblo.
Cipriano:- Se me hace que algo paso a los viejos.
Doroteo:- Si se habrán muerto, mano…
Ciprianove venir varias personas indígenas como ellos pero esta vez los reconoce. Es su primo Pedro Cano y va a su encuentro:
Cipriano:-¡Pedro!
Pedro:- ¡Primo Cipriano! ¡Primo Teo!
Se abrazan y un momento después, Pedro con palabra temblorosa explica:
Pedro Cano:- Tío Chilo y Ña Lupa… pues murieron… Dios los tenga en su reino…
Cipriano:-¿Cuándo? ¿Como? ¿De que?
Pedro Cano:-Hace ya… haber… Cuatroaños. Como nadie daba razón de ustedes, no se les pudo avisar. Murieron cuando la peste, seguiditos uno tras de otro, día de por medio; primero Ña Lupa y después mi tío. Así como anduvieron en vida, así también fueron a la gloria eterna, ¡Ay, fue un tiempo bárbaro ese de la peste primo!
Doroteo:- Pobrecitos mis tatas.
Cipriano:-No haber sabido antes… que mala suerte…
Pedro Cano:-Dios primos.¡Es la voluntad de Dios!
Pedro Cano les dio detalles de la muerte de sus padres y de como la casa se fue destruyendo, pero luego los invito a dormir a su casa.
Pedro Cano:-¿Y que piensan hacer ahora, primos?
Doroteo:-¿Y que? Pues reparar la choza y vivir.
Pedro Cano:-Pero así como esta no se puede ni entrar.
Al fin tomando una gran determinación, les ofrece:
Pedro Cano:-Ahí esta jacal,...