La sanacion
LA SANACION REGALO DIVINO
Barquisimeto, 2010
A OTROS (SE LES OTORGA), CARISMA DE SANACIONES ICOR 12,9
DEDICO ESTE LIBRO A LOS “SERVIDORES” QUE COLABORAN CON EL MINISTERIO DE SANACION, EN LA “CLINICA DEL ALMA” O A DOMICILIO...
USTEDES NO RECIBEN PAGA DE NADIE, PERO TIENEN YA DESDE AHORA, Y SOBRE TODO TENDRAN ALGUN DIA EL PREMIO DEL CIELO.¡GLORIA A DIOS!
Nota Bibliográfica
Para la redacción de este libro me han prestado su aporte estos autores:
Mons. Alfonso Uribe Jaramillo “El Señor sana” P. Francis Mac Nutt “Sanación carisma de hoy” P. Robert de Grandis “en sus varios escritos” Y algunos otros.
A veces transcribo algunas frases breves de ellos, pero me permito no citarlos cada vez. Quiero que esta reseña valga como citageneral. Para esos autores mi gratitud y mi oración.
PRESENTACION
Alabo a Dios porque me ha permitido, durante más de 30 años a través de la Renovación Carismática, hacer oración de sanación por los enfermos. Muchos de ellos se han sanado, haciéndome palpar el amor y la misericordia de Dios. Desde luego que si fuera mejor instrumento en las manos de Dios, serían muchas más esas sanaciones. Peroestoy satisfecho porque más de la mitad de las personas por las que oré, según creo, se sanaron o mejoraron. A través de estas páginas quiero compartir mis experiencias, con la ilusión de que a alguno le puedan servir de luz y estimulo. Debo advertir que aunque abracé con entusiasmo la Renovación Carismática, al principio sentía rechazo por el carisma de sanación. Todavía recuerdo la primera vezque impuse las manos. Fue para complacer a una persona amiga que me lo pidió. Aquellas manos mías me temblaban por el miedo. Estaba asustado. Pero con gran sorpresa mía la señora enferma declaró: “Se me quitó el dolor de cabeza”. Esto me animó mucho. Sin embargo todavía seguí por algún tiempo con mis dudas y reservas. Cuando imponía las manos por sanación me veía raro a mi mismo, como conpretensiones de ser un taumaturgo. Yo prefería comportarme como un hombre corriente. Ahora comprendo que era falsa humildad de mi parte. El Señor poco a poco me fue sanando y liberando por completo. Esto me sirvió para comprender a tantos líderes católicos que sienten alergia a las oraciones de sanación. Aún hoy día veo que muchos católicos se resisten a pedir oración de sanación y más aún a hacérsela aotros. Reina gran escepticismo en este campo. La raíz del problema estriba en que no han palpado el amor sanador y las maravillas de Jesús. Yo sí he visto con mis propios ojos innumerables sanaciones prodigiosas. Por eso para mi el orar por los enfermos no es algo opcional, sino una dulce necesidad. Yo presiento que el Señor me dirá un día: Cuando sanabas a uno de mis hermanos más pequeños, a mi mesanaste”. He visto también que a través del regalo material de la salud del cuerpo les suele llegar también el regalo más elevado de la fe y el amor a Dios. Las gentes palpan que Jesús vive, que las ama y que las sana. Se abre así una puerta para llevar al pueblo la Buena Noticia. No me agrada cuando algunos me dicen: “He oídoque Usted sana a la gente”. No es verdad. El único que sana es Jesús. Yosolamente hago oración y todo católico debe orar por los enfermos. Yo aspiro a que este libro motive a hablar de sanación. A leer sobre sanación. El mundo se va a transformar.Yo acaricio el sueño de que algún día no lejano en las misas dominicales se haga oración por los enfermos, con imposición de manos y unción con aceite bendito. Actualmente estamos viendo ya sanaciones y aún milagros de unaforma nunca antes vista. Esta es la vía para llegarle a nuestro mundo secularizado y materialista.
Comenzó ya la gran revolución que ha de transformar la iglesia y la sociedad. En la América Latina todavía persiste la injusticia, la opresión, los hogares destruídos, la pobreza generalizada. Pero el Espíritu Santo se está moviendo con gran poder para sanar a las masas católicas y para formar...
Regístrate para leer el documento completo.