La Santa Misa
Testimonio de Catalina, Misionera laica del Corazón Eucarístico de Jesús, y creo sinceramente que es un testimonio de sublime enseñanza sobre el misterio de la SantaMisa.
C: Era la vigilia del día de la Anunciación y los componentes del grupo nuestro habíamos ido a confesarnos. Algunas de las señoras del grupo de oración no alcanzaron a hacerlo y dejaron su confesión para eldía siguiente antes de la Santa Misa.
Cuando llegué al día siguiente a la Iglesia un poco atrasada, el señor Arzobispo y los sacerdotes ya estaban saliendo al presbiterio. Dijo la Virgen con aquella voz tan suave y femenina que a una le endulza el alma:
V: “Hoy es un día de aprendizaje para ti y quiero que prestes mucha atención, porque de lo que seas testigo hoy, todo lo que vivas en este día,tendrás que participarlo a la humanidad”.
C: Me quedé sobrecogida sin entender pero procurando estar muy atenta. Lo primero que percibí es que había un coro de voces muy hermosas que cantaban como si estuviesen lejos, a momentos se acercaba y luego se alejaba la música como con el sonido del viento.
El señor Arzobispo empezó la Santa Misa, y al llegar a la Oración Penitencial, me dijo laSantísima Virgen:
V: “Desde el fondo de tu corazón, pide perdón al Señor por todas tus culpas, por haberlo ofendido, así podrás participar dignamente de este privilegio que es asistir a la Santa Misa.”
C: Seguramente que por una fracción de segundo pensé: “Pero si estoy en Gracia de Dios, me acabo de confesar anoche”. Ella contestó:
V: “¿Y tú crees que desde anoche no has ofendido al Señor? Déjameque Yo te recuerde algunas cosas. Cuando salías para venir aquí, la muchacha que te ayuda se acercó para pedirte algo y como estabas con retraso, a la apurada, le contestaste no de muy buena forma. Eso ha sido una falta de caridad de tu parte y dices no haber ofendido a Dios...?”
“De camino hacia acá un autobús se atravesó en tu camino, casi te choca y te expresaste en forma poco conveniente contraese pobre hombre, en lugar de venir haciendo tus oraciones, preparándote para la Santa Misa. Has faltado a la caridad y has perdido la paz, la paciencia. ¿Y dices no haber lastimado al Señor...?”
“En el último momento llegas, cuando ya la procesión de los celebrantes está saliendo para celebrar la Misa...y vas a participar de ella sin una previa preparación....””
C: -Ya, Madre Mía, ya no medigas más, no me recuerdes más cosas porque me voy a morir de pesar y vergüenza- contesté.
V: “¿Por qué tienen que llegar en el último momento? Ustedes deberían estar antes para poder hacer una oración y pedir al Señor que envíe Su Santo Espíritu, que les otorgue un espíritu de paz que eche fuera el espíritu del mundo, las preocupaciones, los problemas y las distracciones para ser capaces de vivireste momento tan sagrado. Pero llegan casi al comenzar la celebración, y participan como si participaran de un evento cualquiera, sin ninguna preparación espiritual. ¿Por qué? Es el Milagro más grande, van a vivir el momento de regalo más grande de parte del Altísimo y no lo saben apreciar.”
C: Era bastante. Me sentía tan mal que tuve más que suficiente para pedir perdón a Dios, no solamente porlas faltas de ese día, sino por todas las veces que, como muchísimas otras personas, esperé a que termine la homilía del sacerdote para entrar en la Iglesia. Por las veces que no supe o me negué a comprender lo que significaba estar allí, por las veces que tal vez habiendo estado mi alma llena de pecados más graves, me había atrevido a participar de la Santa Misa.
Llegó el momento de la Liturgiade la Palabra y la Virgen me hizo repetir: “Señor, hoy quiero escuchar Tu Palabra y producir fruto abundante, que Tu Santo Espíritu limpie el terreno de mi corazón, para que Tu Palabra crezca y se desarrolle, purifica mi corazón para que esté bien dispuesto.
V: “Quiero que estés atenta a las lecturas y a toda la homilía del sacerdote. Recuerda que la Biblia dice que la Palabra de Dios no...
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