La Sexualidad Como Valor Cristiano
INTRODUCCIÓN
Las actitudes educativas de padres y educadores en el pasado consideraban hasta hace muy poco, a la sexualidad como un mal corruptor, un peligroso instinto, casi digno de temer como una enfermedad mortal contagiosa. En el niño y en el púber debería evitarse no sólo cualquier manifestación sexual, sino hasta los más elementales conocimientos.
Hoyen día, sin embargo, se reconoce la sexualidad infantil y puberal, la importancia de formales no para el silencio y la represión, sino para la autorrealización y el goce sexual como un bien positivo. Se reconoce la importancia del aprendizaje en la conducta sexual y, por lo tanto, la importancia de la educación sexual.
Los objetivos más importantes de una buena educación sexual cristiana pororden de importancia para mí, como educador, son:
1º Crear unas actitudes de "positividad" ante la sexualidad.
2º Integrarla en la persona y su propia vocación.
3º Una información positiva, sana, integral y verdadera.
4º Aprender vivencias positivas de conductas sanas y realizadoras.
1. LA EDUCACIÓN SEXUAL CRISTIANA DEBE SUBRAYAR EL TONO DE "POSITIVIDAD" QUE DEBE DE ASUMIR EN LAS ACTITUDES DEPADRES Y EDUCADORES
Con respecto a la sexualidad, tal como sucede con cualquier otra realidad, una actitud será positiva o negativa. Todo educar se colocará en una línea continua, acercándose más hacia la positividad o negatividad. La actitud inicial que todo individuo tenga frente a la sexualidad, como la que tiene frente a casi todo en la infancia, la recibe de sus padres y primeros educadores.Estos, tal como trasmiten la sexualidad a sus hijos les trasmiten el modo de ver y de pensar acerca de la sexualidad, en un proceso gradual y casi imperceptible. Los padres no suprimen ni controlan la sexualidad del niño, sino que la crean, no importa cual sea su conducta en relación con la sexualidad y con los estereotipos sexuales.
Si los padres guardan silencio absoluto con respecto a lasexualidad cristiana, los hijos tenderán a adquirir una actitud de misterio o miedo, que fomentará inhibiciones perjudiciales o una curiosidad insaciable acerca de ella. Si hablan de una manera negativa de ella, de una manera prohibitiva, como de algo vergonzoso, malo y pecaminoso; entonces la actitud de los hijos, lo que piensan y lo que sientan con respecto a la sexualidad, será negativo, matizado detemor o de inseguridad. De ahí que la educación sexual no empiece al nacer el niño, sino cuando nacen sus padres, porque la actitud del hijo es en gran parte una copia de la actitud de sus progenitores. La educación del ser humano comienza antes de ser concebidos en todos sus campos y aspectos posteriores.
Todo lo que se trabaje y haga para cambiar las actitudes de padres y educadores, redundaráen bien de las nuevas generaciones. La actitud se trasmite a través de las ideas, sentimientos, actos, palabras cotidianas, y empieza a formarse desde que el niño está muy pequeño, de modo que nuestra actitud lo afectará casi desde que nace. Antes de aprender a hablar el niño ya ha iniciado la formación de l actitud frente a la sexualidad. En el modo en que se relacionan los padres entre sí, con supropio cuerpo, el niño saca un modelo de comportamiento afectivo-sexual, que marcará su futuro de manera profundísima.
La actitud que los padres y educadores deben infundir frente a la sexualidad cristiana debe infundir a los hijos, debe ser de "positividad" naturalidad y realista. Ellos deben captar la idea de que la sexualidad cristiana cumple una función importantísima, que no solamente no esmala, ni la fuente principal de los males de hoy en día, sino nobilísima. Tan noble es la sexualidad, que por medio de ella se nos ha encomendado la hermosa tarea de traer a otros hombres a la vida. Tan positiva que constituye el núcleo de la relación amorosa, afectiva, la base de la máxima unión física y espiritual entre los seres humanos y nos proporciona una delas fuentes de placer más...
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