La Sirena No Ta Npiadosa

Cuenta la leyenda, que cerca del mar Adriático, un hombre joven vivía en una isla, recluido del resto del mundo. Su nombre era Cristóbal. Allí, crió su huerto, su ganado, pescaba desde la orilla y recogía frutos silvestres. No se relacionaba con nadie. También cuenta la leyenda, que mientras andaba por la orilla, se encontró con una hermosa mujer, bella como el coral, y un pelo tan negro como elmás profundo fondo abisal . Aquella mujer, de torso perfecto, y cubierta por un lecho de algas verde brillante, con facciones de sirena, parecía malherida así que Cristóbal decidió llevarla a su cabaña, para darle atención médica y cuidados. Más tarde, se dio cuenta de que la chica llevaba un collar de perlas incompleto, al que sólo le faltaba un espacio para completarse.
Su pequeña choza erahumilde, pero muy espaciosa para una persona. Estaba hecha a partir de troncos de palmeras y hojas de todo tipo cubriendo todos los huecos a forma de aislante. Las no muy altas paredes estaban decoradas con todo tipo de trofeos de pesca y escarabajos disecados, colgados con lo que parecía ser un adhesivo muy rústico. Había muebles sencillos, como mesas y sillas hechos de hojas trenzadas y madera.Sobre el suelo, descansaba un pequeño cangrejo de color rojo vivo, que meneaba las pinzas peligrosamente.
Tras mucho empeño por el isleño en que la dama se despertará, por fin ella abrió los ojos. Unos ojos azules como el mismo mar.
-Hola, señorita. ¿Qué tal te encuentras?
-Hola… Me encuentro bien, pero todavía estoy mareada. ¿Quién eres tu?
-Mi nombre es Cristóbal, aunque en estos lares, denada me sirve, ya que soy el único que habita esta isla.
-¿Habitas únicamente tu esta isla? ¿Cómo llegaste aquí?- Su tono destilaba toda la curiosidad que alguien puede llegar a tener-.
- Pues sinceramente intento olvidarme de aquello. Yo era un navegante, e iba con mi tripulación hacia unas islas que estaban relativamente cerca de nuestra posición, según el mapa. Entonces, nos adentramos en unatormenta, y todo lo demás, está en blanco… No se cuanto tiempo pasó, pero después de todo eso, me desperté en las orillas de está isla, apenas dañado y con aliento con olor a mar. Pensé en irme, pero aprendí a llamar a esto hogar.

-Y dime Cristóbal-mencionó ella con un deje de misterio en la voz-¿No te sientes a veces solo?
-Pues sinceramente, no sabría que decirte, pequeña, ya que tengo muchosanimales que me hacen compañía. Mira-dijo mientras daba un leve silbido-
Al instante, apareció un pequeño perro, con un pelaje precioso y suave color arena. Era muy nervioso, y con una lengua larga que no hacía otra cosa que rozar el suelo.
-Y este pequeño, ¿quién es?- dijo ella, mientras acariciaba al perro-
-Se llama Zeus, y es mi único compañero en esta isla. Me lo encontré al naufragaraquí y siempre me ha hecho compañía desde aquel momento.
Zeus agitaba su cola alegremente, y parecía sonriente.
-Pero bueno,-continuó el- quizás si haya echado de menos la compañía humana…
-No me has preguntado como me llamo. ¿No sientes curiosidad?
-Ah, claro. Perdóname. Hace ya tanto tiempo desde que no veo a nadie, que se me ha olvidado todo esto. ¿Cómo te llamas?
-Mi nombre es Perla, y vengode allí donde los marinos se pierden, allí donde los peces son de vivos colores, y la vida flota en el ambiente, con cada burbuja que sale bailando hacia la superficie.
Cristóbal estaba absorto en aquella mujer, preciosa, intrigante, que decía de ser una mismísima sirena sin cola.
-¿Quieres decir que tu origen es el….mar?
-Así es. Mi misión era llevar a un humano a mi hogar, traerlo para poderprocrear, y convertirlo en uno de los nuestros. Pero todo aquello que he visto ha sido horrible… Los humanos son secos, siempre están ocupados, pensando en sus cosas, y absortos en un mundo y sociedad materiales. No se detienen a ver la naturaleza, lo bello de la flora y la fauna del planeta. Aunque te parezca raro, nuestra especie suele salir fuera, a la superficie cuando uno de nuestros...