La situación Politica despues de la caída de Rosas

En el desbande de las tropas porteñas, y ante la falta de vigilancia policial, muchos soldados se dedicaron a robar, lo que fue reprimido por Urquiza, mandando ajusticiar a todos aquellos encontradosen posesión de bienes de dudosa procedencia.
Los integrantes del cuerpo que había asesinado a Aquino, fueron duramente castigados. Hubo, además, excesos por parte de gruposdescontrolados, como los que asesinaron a Martiniano Chilavert, jefe de las tropas leales en Caseros.
Existía la convicción, en círculos antirrosistas, de que el jefe derrocado tenía amplio apoyo enestructuras de acción reclutadas entre sectores de la población más pobre, mezclados con mandos bajos de las Fuerzas Armadas y la policía, bases de la temida Mazorca.
Por eso, las nuevas autoridadesfueron muy duras en reprimir cualquier intento de protesta, en el que se mezclarían móviles de tipo individual, clasificados como “ banditismo”, con otros de cariz político, capaces de canalizar el odiopopular hacia las clases altas, fueran federales o unitarias.
Al principio, Urquiza contó con una gran simpatía en la opinión porteña. Desde la clase media hasta la mayor parte de la clase altarosista.
En realidad se trataba de una ruptura en la coalición que había apoyado a Rosas durante su mandato. Ciertos sectores de las Fuerzas Armadas locales, la Policía, los activistas políticos de laSociedad Popular Restauradora y sus clientelas en las capas más pobres de la población, siguieron siéndole fieles, y no vislumbraban en el nuevo orden demasiadas ventajas.
Los conflictos de interesesregionales, siempre estaban a punto de abrir un abismo entre Buenos Aires y Urquiza.
Hubo opiniones y contradicciones como la Polémica entre Alberdi y Sarmiento. Alberdi, creía que la clave para lalibertad estaba en la obediencia mientras Sarmiento, por su parte, creía que la clave era la resistencia.
Sarmiento era más voluntarista, y pensaba que había que aprovechar la oportunidad de estar en...