La soberania

LIBRO 2
Capítulo I: Que la soberanía es inalienable
Sólo la voluntad general puede dirigir las fuerzas del Estado...
Es decir, que siendo la soberanía más que el ejercicio de la voluntad general no se puede enajenar; y que el soberano, que es un ente que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente será colectivo, ya que sólo puede estar representado por sí mismo: por lo tanto elpoder podra transmitirse, pero la voluntad no. Sera imposible que una voluntad particular concuerde de alguna forma con la voluntad general, pues, por su naturaleza, la voluntad particular se inclina a los privilegios de unos cuantos, y la voluntad general a la igualdad.
«El heroísmo deviene machismo e incorpora el erróneo concepto de autonomía entendida como soberanía y dominación. Laparticipación política republicana coexiste así en la teoría política de Maquiavelo con el protofascismo» (1).
Si bien puede decir el soberano: "actualmente quiero lo que tal hombre quiere o, al menos, lo que dice querer"; pero no puede decir: "lo que este hombre querrá mañana, yo también lo querré", pues es absurdo que la voluntad concilie con lo situaciones a futuro, aparte de que ninguna persona puedeobligar a otra a ir encontra de su voluntad en perjuicio de su propio bien.
Si el pueblo queda sometido obedecer, se disolveria el pueblo: ya que no habria un soberano, si no un dueño, se hallaria destruido el cuerpo político.
Capítulo II: Que la soberanía es indivisible
La verdad empero no guía a la fortuna, y el pueblo no da embajadas, ni obispados, ni pensiones.
La soberanía nose puede enajenar y tampoco se puede dividir; pues o la voluntad es general, o no lo es. Sera general cuando la declaración de esta voluntad es un acto de soberanía, y sigue las bases de lo legal y lo legitimo, en el segundo caso, no es más que una voluntad particular.
Pero nuestros políticos, desde los mas antiguos, no han podido dividir la soberanía en su principio, la dividen en su objeto,que no son mas que una derivacio de ella. Este error proviene de no haberse hecho una noción exacta de la autoridad soberana. Los derechos que consideran como partes de esta soberanía le están del todo subordinados. Suponen siempre la ejecución de voluntades supremas que, por necesidad, han de existir con anterioridad a ellos.
Capítulo III: Si la voluntad general puede errar
La voluntad generalsólo mira al interés común; la otra mira al interés privado y no es más que una suma de voluntades particulares.
Parece que en los tiempos de Rousseau, se observaba algo similar a nuestros días o es que siempre sucedió que los gobierno corrompen al pueblo al engañar al mismo, entonces esta costumbre se plasma en las decisiones erradas de la voluntad del soberano, esta tiende a equivocarse, porel hecho de que no existe seguridad, y en el conjunto de voluntades entonces se teje la inseguridad y desde luego esto hace que las decisiones sean tomadas a priori, por el momento sin meditar en el conjunto del asunto a elegir. Es necesario que no existan bandos o sectas en el Estado para asegurar que estos tomen decisiones muy particulares.
Capítulo IV: De los límites del poder soberano
ElEstado es una persona moral,que necesita una fuerza universal para conservarse, es por ello que el pacto social otorga al cuerpo político un poder absoluto sobre todos los suyos, que recibe el nombre de soberanía.
Aparte de la persona pública hay que considerar a los particulares que la componen cuya vida y libertad son naturalmente independientes. Todos los servicios que un ciudadano pueda prestaral estado se los debe luego que el soberano se los pide, pero éste por su parte no puede imponer a los súbditos ninguna carga inútil al común. La voluntad para ser verdaderamente tal debe serlo en su objeto del mismo modo que en su esencia, que debe salir de todos para aplicarse a todos y que pierde su rectitud natural cuando se inclina a algún objeto individual y determinado. Asi pues, de la...