La sociedad de la ignorancia
La hiperconexión que se produce como consecuencia de la socialización de la revolución científico-técnica nos hace incrementar la complejidad en los procesos de relación social de especie, como nunca antes se había producido.
La complejidad que ha emergido es un producto evolutivo y no se puede gestionar, en contra de lo que algunos especímenes humanos piensan; lo único que podemos hacercomo Homo sapiens, para enfrentarnos al futuro, es trabajar para poder manejar la incertidumbre planteando escenarios hipotéticos y aplicando modelos que, en cualquier caso, deberán contrastarse empíricamente.
La tecnología y su socialización generan tensiones y divisiones en nuestras estructuras etológicas y culturales. No se ha producido, pues, una socialización efectiva del conocimiento yello impide que caminemos hacia la sociedad del pensamiento, tal como deberíamos hacer.
Por lo tanto, las dicotomías históricas continúan en pleno progreso y ni los expertos ni los eruditos ni tampoco los sabios tienen bastante capacidad para integrar la información de que disponemos. El individualismo debe dejar paso a la individualidad, es decir, las personas hemos de actuar no comoespecimenes, si no como constructores sociales, aportando de forma crítica nuestros conocimientos a la organización de la especie. Esto, por ahora, no es así, a pesar de la socialización de la cultura y de la educación. Actualmente, como dice Antoni Brey en su opúsculo, nos invade la sociedad de la ignorancia. A pesar de ello, soy optimista y mantengo la esperanza de que todo sea consecuencia del momento detransición en que nos hallamos inmersos, como un capítulo pasajero de nuestra travesía hacia una mejora ecológica y cultural de nuestra especie.
Ahora bien, para que realmente lleguemos a este punto, debemos trabajar en la perspectiva de generar una nueva conciencia crítica de especie. Solamente con una evolución responsable, construida a través del progreso consciente, podremos convertirconocimiento en pensamiento, alejándonos de este modo de la sociedad de la ignorancia.
Eudald Carbonel
introducción
Sobre la singularidad de nuestro tiempo, que corresponde al inicio de la Segunda Edad Contemporánea
Antoni Brey
Peter Watson, autor de varios libros sobre el historia del pensamiento, ha manifestado en numerosas ocasiones sus reservas acerca de la relevancia que tendemos aotorgar al momento actual en el contexto de una perspectiva histórica amplia:
«El año 2005 no puede competir con 1905 en términos de innovaciones importantes. El anuncio de la semana pasada de que científicos británicos y coreanos habían clonado con éxito embriones humanos no hace sino reforzar este punto [...]. Nos congratulamos por vivir en una época interesante, pero ¿no es éste un ejemplomás de la ceguera particular que nuestra era solipsista tiene sobre sí misma, una forma más grave de la enfermedad por la cual la princesa Diana puede ser cualificada como la británica más importante (¿o era la segunda más importante?) de todos los tiempos?»1
Cuando tuve ocasión de conocerla, la argumentación de Watson me produjo una sana inquietud porque constituía un torpedo a la línea deflotación de una certeza que para muchos resulta hoy evidente, la que surge cuando alzamos la vista, miramos a nuestro alrededor y constatamos la existencia de una, en apariencia, profunda transformación: asistimos a un proceso de cambio en el cual se mezclan, de forma indisoluble, infinidad de interacciones y relaciones causales, que está afectando de forma drástica desde las convicciones de los...
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