la sociedad del conocimiento
requisito para el desarrollo.
El desarrollo de la Sociedad de la Información, en el siglo XXI, tal y como se resalta en el título de
esta publicación, se va a desenvolver en un contexto marcado por los nuevos retos y las nuevas
oportunidades que parece presentar el nuevo siglo. En el creciente marco de globalización, estos
retos se plantean a nivel mundial, pero nuestra “nave Tierra” viaja con departamentos demasiado
desiguales.
El nuevo milenio debiera asegurar las necesidades que son más básicas para el desarrollo, como
primer paso ineludible hacia el recorte de las diferencias, y para el logro de esos objetivos básicos,
las tecnologías, protagonistas de la Sociedad de la Información, tienen un papel importante de
servicio.
No obstante, la posesión y uso de estas tecnologías también son objeto de grandes disparidades,
tanto a nivel mundial como a nivel interno de cada país. Este fenómeno, conocido como brecha
digital, es uno de los retos directamente ligados al desarrollo de la Sociedad de la Información, e
indirectamente ligado al desarrollo de los pueblos, entendiendo ese desarrollo como un crecimiento
que debe estar basado, fundamentalmente, en el conocimiento.
Sociedad del conocimiento
La nueva ciudadanía
En las últimas décadas de este siglo asistimos a una serie de procesos que configuran lo que
indudablemente puede reconocerse como un cambio de era. La era industrial nacida a la luz de la
Revolución Francesa, de la revolución científica y de la revolución industrial, está dando paso a otra
era ¿posmoderna? ¿posindustrial?. Hoy el problema es cómo se construye una opción superadora,
cómo se construye la nueva democracia. ¿Qué nueva forma debe adoptar hoy “el gobierno del
pueblo para el pueblo”? ¿Qué condiciones humanas deben desarrollar quienes serán los ciudadanos
de esta nueva sociedad?
Surge así una nueva ciudadanía. Y serán nuestras escuelas, nuestro sistema de educación pública,
el que tendrá que hacerse cargo de esta tarea.
La sociedad del conocimiento
Un rasgo indudable de esta nueva era es la importancia sin precedentes que adquiere el saber
científico tecnológico. Son claras las tendencias que indican que ingresamos en la “era del
conocimiento”. Como dicen los Toffler: “Todos los sistemas económicos descansan sobre una ‘base
de conocimientos’. Todas las empresas dependen de la existencia previa de este recurso, de
construcción social. A diferencia del capital, el trabajo y la tierra, aquél suele ser desdeñado por
economistas y ejecutivos cuando determinan las aportaciones precisas para la producción. Y, sin
embargo, este recurso es el más importante de todos.” (Toffler, 1995)
Es el más importante porque es el más humano. Porque sólo conoce (aprende) el ser humano, pero
también porque “el conocimiento tiene virtudes intrínsecamente democráticas. A diferencia de las
fuentes de poder tradicionales (la fuerza, el dinero, la tierra) el conocimiento es infinitamente
ampliable. Su utilización no lo desgasta sino que, al contrario, puede producir más conocimiento. Un
mismo conocimiento, puede ser utilizado por muchas personas y su producción exige creatividad,
libertad de circulación, intercambios, críticas constructivas, diálogo. Todas ellas condiciones propias
de una sociedad democrática” (Tedesco, 1995)
Una “sociedad del conocimiento” se perfila, entonces, como una forma social superadora de las
actuales, a condición de que el ...
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