La Sociedad Del Gato Y El Raton
Páginas: 4 (870 palabras)
Publicado: 17 de enero de 2013
LA SOCIEDAD DEL GATO Y EL RATÓN
Un gato había conocido a un ratón, y le profesó un gran amor y una amistad que el ratón convino en que debían vivir juntos en la misma casa.
* Debemos guardarprovisiones para el invierno – dijo el gato -, de lo contrario pasaremos hambre, y tú, pequeño ratón, no debes salir, de lo contrario caerás en una trampa.
Deliberaron y decidieron comprar unfrasco de miel. No sabían cuál sería el lugar más seguro para guardarlo, pero al cabo de una larga reflexión, el gato dijo que no había mejor sitio que la iglesia, pues allí nadie lo robaría: lo pondríandebajo el altar y no lo tocarían hasta que tuvieran real necesidad. Así lo hicieron, y la miel quedó a bien recaudo.Pero el poco tiempo el gato sintió un deseo de probarla.
* Escúchame, pequeño ratón – dijo el gato – Mi prima me ha pedido que sea padrino de un hijito que ha traído al mundo. Es blanco conmanchas pardas, y quieren bautizarlo hoy, así que permíteme ir a la ceremonia, y tú encárgate de la casa.
* Por supuesto – respondió el ratón-, claro que puedes ir. Cuando estés disfrutando deesos manjares, piensa en mí. Me apetecería mucho una gota de ese vino tinto dulce.
Pero no había en todo esto una sola palabra de verdad. El gato no tenía una prima, ni le había pedido quefuera padrino. Fue a la iglesia, enfiló hacia el frasco y lamió la miel del tope. Luego dio un paseo por los tejados de la cuidad, vio a sus conocidos, se estiró al sol, y se relamía los bigotes alpensar en el frasco de miel. Al atardecer regreso a la casa.
* ¡Al fin has regresado! – dijo el ratón-. Espero que la hayas pasado bien. ¿Y qué nombre le pusieron a l niño?
* Adiós tope -respondió secamente el gato.
Poco después el gato volvió a sentir ganas de comer miel.
* De nuevo debo pedirte un favor – dijo al ratón -, y es que te encargues de nuevo de la casa...
Un gato había conocido a un ratón, y le profesó un gran amor y una amistad que el ratón convino en que debían vivir juntos en la misma casa.
* Debemos guardarprovisiones para el invierno – dijo el gato -, de lo contrario pasaremos hambre, y tú, pequeño ratón, no debes salir, de lo contrario caerás en una trampa.
Deliberaron y decidieron comprar unfrasco de miel. No sabían cuál sería el lugar más seguro para guardarlo, pero al cabo de una larga reflexión, el gato dijo que no había mejor sitio que la iglesia, pues allí nadie lo robaría: lo pondríandebajo el altar y no lo tocarían hasta que tuvieran real necesidad. Así lo hicieron, y la miel quedó a bien recaudo.Pero el poco tiempo el gato sintió un deseo de probarla.
* Escúchame, pequeño ratón – dijo el gato – Mi prima me ha pedido que sea padrino de un hijito que ha traído al mundo. Es blanco conmanchas pardas, y quieren bautizarlo hoy, así que permíteme ir a la ceremonia, y tú encárgate de la casa.
* Por supuesto – respondió el ratón-, claro que puedes ir. Cuando estés disfrutando deesos manjares, piensa en mí. Me apetecería mucho una gota de ese vino tinto dulce.
Pero no había en todo esto una sola palabra de verdad. El gato no tenía una prima, ni le había pedido quefuera padrino. Fue a la iglesia, enfiló hacia el frasco y lamió la miel del tope. Luego dio un paseo por los tejados de la cuidad, vio a sus conocidos, se estiró al sol, y se relamía los bigotes alpensar en el frasco de miel. Al atardecer regreso a la casa.
* ¡Al fin has regresado! – dijo el ratón-. Espero que la hayas pasado bien. ¿Y qué nombre le pusieron a l niño?
* Adiós tope -respondió secamente el gato.
Poco después el gato volvió a sentir ganas de comer miel.
* De nuevo debo pedirte un favor – dijo al ratón -, y es que te encargues de nuevo de la casa...
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