La sociedad y sus complejidades
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Fabiola Díaz P.
Vivimos en una sociedad donde los intereses del grupo social dominan sobremanera la individualidad del sujeto. De hecho, pareciera que buscan “suprimirlo”, es decir, quitarle un poco de identidad para transformarlo en parte del tejido social. Así lo describe Harris.
Sus intereses personales no cuentan. Si no es parte del conglomerado, noes alguien.
Tanto a hombres como a mujeres les unen patrones comunes de conducta guiados por una misma cultura que difiere con algunas en el mundo. Y la cultura es, precisamente, fuente de poder y autoridad sobre los ciudadanos. Rige y controla el comportamiento humano en gran manera y medida sobre los cuatro continentes de la tierra.
Los intereses de la masa se impusieron por sobre los demásdesde que se creyó que era necesaria la jerarquía en una sociedad. Antes, tal cosa se estima que no habría ocurrido…
Esta premisa no se aplica en lo absoluto a los antepasados del hombre, ya que antiguamente este tipo de jerarquías no existían. Y no sólo no existían, sino que no eran necesarias, dado que la comunidad se regía por el bien común para todos los individuos a través de labores de pesca,recolección de frutos, siembra, cosecha o siega en grupos.
Cuando a uno de tantos les faltaba la comida, siempre hubo una tribu que cedió un poco de lo que guardaban o habían recolectado.
En suma, el trabajo era necesariamente de todos y para todos. La intención era proveer a las familias (tribus) y en necesidad éstos, fruto de su esfuerzo, podían ser proveídos.
Conforme pasó el tiempo, algunasde esas tribus se extinguieron y otras más modernas, como las de nuestra Era (aunque ya no se les llama así) comenzaron a plantearse la necesidad de construir un tipo de jerarquía para poder sujetarnos a una pirámide y regirnos conforme a ella, a sus leyes y estatutos que, se supone, debían de practicar la misma política de vida de los antepasados del hombre: perseguir el bien común.Claramente, hoy vemos que las autoridades o gobernantes que en un principio eran elegidos sin intromisión del pueblo, (y aún ahora por democracia) no sólo no persiguen derechamente y sin fracaso el bien común, sino que no son lo que prometieron ser ni representan lo que esperábamos de ellos al depositarles nuestro voto de confianza y expectativas.
En fin. Sus propuestas terminaron siendo sólo asociacionescon empresas que necesitan vender y el pueblo acabó siendo controlado, explotado y manejado por la opresión de las autoridades, adquiriendo diversos lujos que no son imprescindibles de ninguna manera.
Mucho de esto se debe a la fuerte propaganda de comerciales o estilos de vida a los que aspiramos como seres humanos (otro nivel socio-económico). Se ha vuelto compulsivo el adquirir y adquirir másy más aunque no lleguemos a utilizar todo lo que compramos en tiendas con facilidades de pago y tarjetas de crédito que nos ofrecen casi como una regalía.
Los cabecillas muestran un alto prestigio en sus campañas electorales, pero resultan incapaces de solucionar todos los problemas de la sociedad que gobiernan. Por ejemplo, la pobreza.
Por lo mismo, se han suscitado guerras y pleitos severosentre naciones de todos contar todos, debido al gran inconformismo presente y latente en las sociedades del mundo, partes de una Gran Aldea Global, como se ha descrito éste por algunos personajes en el mundo en que cohabitamos todos.
Un cabecilla o jefe del proletariado (o la clase obrera) debe ser alguien que sea capaz de mantener la paz entre los individuos y necesariamente respetado. Si por A, Bo C motivo no lo consigue, no sirve para el puesto. Lo destituyen y reemplazan inmediatamente.
Como se hizo mención muy poco atrás, la cultura tiene una importancia cabal, global y determinante para el comportamiento de los individuos.
En Occidente, las llamadas feministas hacen su aparición e instan a las demás mujeres a aparecer con su pecho descubierto, mientras que en África las mujeres,...
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