la sociedad
17
02
2010
La trata de blancas es la esclavitud del siglo XXI, y aunque parece algo lejano, sólo tenemos que pasearnos por los polígonosindustriales para darnos cuenta que detrás de las luces de neón hay auténticos dramas. Mujeres engañadas, traídas de países pobres, que salieron de sus casas buscando nuevas oportunidades y se encontraronvendidas por familiares al módico precio de 1.000 dólares a un proxeneta que las traerá a nuestra rica Europa a prostituirse en burdeles de falsa felicidad.
En clase estamos viendo el documental“Esclavas del sexo” y me sorprende mucho que mis alumnos y alumnas no conocieran la verdadera realidad de los burdeles de neón. Según estimaciones de la Organización para la Seguridad y la Cooperaciónen Europa, OSCE, el tráfico ilegal de seres humanos podría ya haber superado al de armas, al haber alcanzado en el 2005 un volumen de negocio superior los 32.000 millones de dólares anuales, un negocioen el que son explotados 2,5 millones de personas. Tampoco sabian que la mayoría de las víctimas son mujeres y niños que caen en manos de criminales sin escrúpulos. Son explotados sexualmente yobligados a trabajar en condiciones de esclavitud. Se estima que más de la mitad de las víctimas son menores de 18 años y no hay país que se salve de esta moderna forma de esclavitud.
Pero esto sonsólo cifras, y las cifras por muy escandalosas que sean no tienen rostro. Por eso he querido que mis estudiantes vean esos rostros en el documental “Esclavas del Sexo” y también en el corto de IsabelOcampo, ganadora del Goya al mejor corto 2009, “Miente”, porque sólo así, quizá la próxima vez que pasen por un burdel y al ver sus luces recuerden los verdaderos rostros de las prostitutas que no lo sonlibremente, quizá cuando vuelvan a ver a una mujer pasearse por los bordes de la carreta sin apenas cubrirse, no las llamen putas, ni tampoco les pregunten qué cuestan, ni tampoco se rían de...
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