La sombra del ala Amado Nervo
La sombra del ala
Tú que piensas que no creo
cuando argüimos los dos,
no imaginas mi deseo,
mi sed, mi hambre de Dios;
ni has escuchado mi grito
desesperante, quepuebla
la entraña de la tiniebla
invocando al Infinito;
ni ves a mi pensamiento,
que empeñado en producir
ideal, suele sufrir
torturas de alumbramiento.
Si mi espíritu infecundo
tufertilidad tuviese,
forjado ya un cielo hubiese
para completar su mundo.
Pero di, ¿qué esfuerzo cabe
en un alma sin bandera
que lleva por dondequiera
tu torturador ¿quién sabe?;
quevive ayuna de fe
y, con tenaz heroísmo,
va pidiendo a cada abismo
y a cada noche un ¿por qué?
De todas suertes, me escuda
mi sed de investigación,
mi ansia de Dios, honda y muda;
y haymás amor en mi duda
que en tu tibia afirmación.
Amado Nervo
La sombra del ala
Tú que piensas que no creo
cuando argüimos los dos,
no imaginas mi deseo,
mi sed, mi hambre deDios;
ni has escuchado mi grito
desesperante, que puebla
la entraña de la tiniebla
invocando al Infinito;
ni ves a mi pensamiento,
que empeñado en producir
ideal, suele sufrirtorturas de alumbramiento.
Si mi espíritu infecundo
tu fertilidad tuviese,
forjado ya un cielo hubiese
para completar su mundo.
Pero di, ¿qué esfuerzo cabe
en un alma sin bandera
que llevapor dondequiera
tu torturador ¿quién sabe?;
que vive ayuna de fe
y, con tenaz heroísmo,
va pidiendo a cada abismo
y a cada noche un ¿por qué?
De todas suertes, me escuda
mi sed deinvestigación,
mi ansia de Dios, honda y muda;
y hay más amor en mi duda
que en tu tibia afirmación.
Amado Nervo
La sombra del ala
Tú que piensas que no creo
cuando argüimos losdos,
no imaginas mi deseo,
mi sed, mi hambre de Dios;
ni has escuchado mi grito
desesperante, que puebla
la entraña de la tiniebla
invocando al Infinito;
ni ves a mi pensamiento,...
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