La Sombra Del Amor De Angel Howk

Heather Graham

Angel Hawk, 3
LA SOMBRA DEL AMOR

ÍNDICE
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Epílogo
RESEÑA BIBLIOGRÁFICA


Capítulo 1
—Una mujer no necesita nada… nada de nada… sólo la Madre Tierra… y sus joyas Tyler… sólo eso…
Tumbada sobre unapiedra falsa, entre orquídeas salvajes y un follaje exuberante, la mujer murmuró las palabras de manera cadenciosa y sensual, mirando hacia la cámara. Estaba apoyada en un codo, con las rodillas ligeramente dobladas y con su melena pelirroja cayéndole en cascada sobre los hombros. Llevaba un biquini sin tirantes de estampado de leopardo, los labios pintados de naranja chillón y sombras verdes enlos ojos.
Además de guapa, resultaba erótica y sensual e increíblemente pagana.
Tal vez, por el color del pelo, tal vez por los ojos o por las curvas de su cuerpo o tal vez simplemente por el caudal de vida que parecía exudar, un caudal de vida vibrante, fuerte y excitante. Quizá también peligroso, pero tan vital que, con sólo verla y escuchar su voz, un hombre creía tener ante sí a la mujer desus sueños y una mujer creía tener ante sí a la mujer con la que siempre había soñado con ser.
Llevaba la modelo una esmeralda colgando del cuello, pendientes de esmeraldas, un anillo de esmeraldas y pulsera de esmeraldas. Las piedras, que hacían contraste sobre su piel bronceada, creaban un efecto deslumbrante. Eran del mismo verde que sus ojos.
Eric Hawk estaba convencido de que no habíaninguna otra mujer en el mundo capaz de llevar aquellas joyas de manera tan seductora.
De repente, se encontró revolviéndose incómodo. Aquella mujer lo estaba seduciendo. Por ella el corazón le latía desbocado, tenía la respiración entrecortada y los músculos tensos.
—¡Buena! —le dijo alguien a la modelo.
Ella suspiró y se dispuso a moverse.
—¡Un momento! ¡Lo vamos a repetir! —gritó el director delanuncio.
La pelirroja apretó los dientes y lo miró, pero se apresuró a disimular y a saludar con la mano a la pareja que había detrás de él.
Acto seguido, volvió a tumbarse sobre la piedra y repitió su frase.
—Una mujer no necesita nada… nada de nada… sólo la Madre Tierra… y sus joyas Tyler… sólo eso…
Eric tenía la sensación de que ronroneaba y de que sus ojos irradiaban una sensualidadfascinante. Aquella mujer era felina, elegante y bellísima.
Eric Hawk no tenía ni idea de que él también resultaba guapísimo con su altura y su pelo negro como el azabache que le caía sobre el cuello de la camisa, la frente y los ojos. De los mismos antepasados de los que había heredado aquel color del pelo había heredado también un rostro de rasgos espectaculares, de pómulos altos y mandíbula ancha,nariz recta y ojos grandes. Además, estaba continuamente bronceado porque pasaba mucho tiempo al aire libre.
Formaba parte de la tierra salvaje y pura que la empresa de joyas había querido captar para su anuncio. Era capaz de moverse entre la hierba y de nadar en absoluto silencio. No lo hacía teniéndolo que pensar adrede sino por naturaleza. Era delgado y fuerte como una pantera y se movía contanta rapidez como una serpiente.
De otros antepasados había heredado su rasgo más increíble: sus ojos. No eran del mismo verde que los de la modelo, pero también eran verdes. Resultaban brillantes, penetrantes y sorprendentes y la gente solía sentirse hipnotizada por ellos.
—Repetimos.
—Muy bien, repetimos —repitió la modelo mirando hacia el cielo.
Se estaba yendo el sol. Era primera hora de latarde, pero había nubes. Eric miró también hacia el cielo. Se avecinaba una buena tormenta en Cuba y el sur de Florida estaban en alerta de huracanes. La última vez que había visto las noticias, no habían dicho que el tiempo fuera a empeorar, pero sabía por experiencia que las tormentas que se producían en Cuba tomaban fuerza al cruzar el estrecho que separaba la isla de la península de...