La Sombra

Es difícil comprender las leyes que rigen el retorno del pasado: esa acumulación de hechos, individuos o historias que -pareciera- ocupan espacios laberínticos de la memoria quenuestro sistema de prevención mantiene alejado de nosotros; a veces para siempre y otras, haciéndolo emerger -al pasado- atraído por un capricho excéntrico del presente.
En nuestro caso,este mecanismo normalmente opera de manera visual: una imagen retenida en algún punto de nuestra historia es extirpada empáticamente por otra actual.
Si bien sabemos de alguien a quienla presente fotografía del Westminster Bridge de la ciudad de Londres, le hizo repasar su lista de amantes y clasificarlos de acuerdo a la hora del día (basándose en la incidencia dela tangente del sol), renombrarlos y preferenciar el 4 PM, sobre el 6 PM alegando que es más esmerado y mejor amante, nuestra asociación es bien distinta.

A nosotros nos transportó-en un primer momento- a una época muy lejana en la que fuimos estudiantes, al recordar una intervención urbana del Arq. Miguel Ángel Roca -creemos, que en la ciudad de Córdoba- quecomprendía la restauración de algunos edificios antiguos y su vinculación con la ciudad a través de una plaza, una peatonal, o algún elemento similar que se nos escapa. El asunto es queRoca había recreado la silueta del edificio a través del diseño de baldozas en el solar exterior, frente a la Iglesia, por lo que, en un momento determinado del día, la sombraproyectada coincidía con el dibujo del suelo. Se instauró así el ritual de juntarse en la plaza a observar el momento exacto en que los dibujos se superponían. Un pintoresco espectáculo.Nuestra atracción por el misterio de la sombra que arrojan los objetos al interponerse con la luz ya ha sido manifiesta en el fragmento El círculo, que forma parte del relato Trilogía.