La sonrrisa de monalisa
La caverna es un lugar del cual cuesta trabajo salir; hacerlo no es fácil, sino necesariamente desafiante, “experiencia-límite” en que el sujeto es exigido en lo máximo de su carácter, de su temple y resistencia, de su perseverancia por buscar la verdad, de su arrojo y convicción en que existe algo más allá de lo evidente. La caverna es la gran prueba asuperar. Es el lugar de la lucha tanto para salir como para iluminar cuando se regresa; pero también es el único lugar desde el cual partir hacia la verdad y hacia el cual volver con la verdad. Cuando alguien, en esta metáfora, se atreve a voltear la cabeza hacia una Nueva Conciencia, deja de apropiarse de aquello que era su tibio hogar que, sibien irreal, lo conocía a la perfección y merecíaingenua confianza. A cambio de eso, nosencontramos arrojados a la intemperie, soportando a duras penas la luz deslumbrante deesta Nueva Conciencia que aún no hemos asimilado y que nos acosa como algo que noreconocemos. No nos hemos apropiado de esta realidad superior, nos encontramos anteuna súbita expansión de nuestra información y nuestra percepción, ante una visión de loreal que no esperábamos, peroque debemos integrar a nuestro ser. Hasta ese entoncesempezamos a reconocer como ilusorio lo que siempre tomamos como verdadero.
No es casual que en el mito de la caverna la imagen sea la del fuego: algo que quema y espanta la mirada. El ser humano se resiste a renunciar a aquello que siempre consideró como realidad, “le quema” hacerlo. También le causa dolor tomar conciencia de que su mundo sederrumba, de que nunca fue más que apariencia o consecuencia de algo que no conocía. La verdad deslumbra, al principio ilumina pero enceguece al mismo tiempo. En ese momento existe la tentadora opción de regresar a las sombras, pero ahora con una sensación de que se pierde el encanto ya que se habrá de vivir con la conciencia del autoengaño, pero si se renuncia a las sombras, duele renunciar atodo lo que uno ha creído ser.
Con este análisis que siempre quise hacer desde hace muchos años y que hasta hoy encontré la inspiración y el momento ideal para mostrártelo, te puede asegurar que la auténtica felicidad está fuera de la caverna porque allí están la verdad y la idea del bien supremo. Una vez que vives Nueva Conciencia (fuera de la caverna), el interior de la caverna se convierte endesgracia, en falsa felicidad. Sólo una vez fuera de la caverna la desgracia de la lucha y el dolor (ego) se transmuta en plenitud, verdad, máxima revelación, aparecer original y originario, desde el cual todo aparecer se explica, es un hermoso despertar (espíritu).
Una cosa es clara para Platón –y para mí—: Desde el punto de vista de la Verdad, no hay felicidad auténtica dentro de la caverna.Importa aquí mucho el simbolismo que Platón asigna a su caverna en tanto a reino de la ignorancia y prisión... ¿Cómo puede ser verdaderamente feliz uno dentro de una prisión? Este es el elemento decisivo en la cuestión de la felicidad para Platón: desde el momento en que la ignorancia asume la forma de cautiverio, entonces difícilmente se la puede compaginar con una vida feliz. Precisamente porque lalibertad está fuera de la caverna y sin libertad la felicidad resulta casi impensable.
Observa las asociaciones que Platón hace a su caverna, lo que hoy yo explico como manifestaciones del ego: mundo contingente, sensible, carnal, material, cotidiano, discriminatorio, figurativo, rindiéndole culto a la imagen y a la apariencia, un mundo de prisión, encierro y ahogo. Lo sensible, lo falso y lono-libre se juntan en la caverna. Lo sensible es una cadena aquí, atenerse a las imágenes es otra cadena, creer que solo somos cuerpos es otra cadena. Para Platón libre es aquel que conoce el valor real de
Capítulo 37: Fuera de la caverna.
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Autoestima: El primer escalón del Éxito
aquello por lo cual opta. Y eso no sucede dentro de la caverna. La aparente felicidad delos hombres...
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