la taconuda

LA TACONUDA. Fue una fresca mañana de octubre cuando unos labriegos que transitaban por los potreros de Tres Caminos, hicieron un macabro hallazgo entre la crecida hierba del lugar.
Nicomedes, el mayor de los tres hermanos Alvarenga, quienes hacían su recorrido diario por el lugar, vio un bulto, aparentemente envuelto en un sábana floreada. Picado por la curiosidad, Nicomedes se acerca para verde qué se trataba. Apartando el crecido guamil se acercó, de súbito, su piel palideció y sus ojos se abrieron en espanto a la vez que señalaba el bulto balbuceando:
- ¡Es una mujer! ¡Está muerta! ¡ le deshicieron la cabeza!
CONTINUARA... LA TACONUDA (2). La portada del periódico era más que elocuente: el cuerpo semidesnudo, apenas cubierto por los retazos de lo que había sido un vestidofloreado, los moretes y rasguños que evidenciaban el drama vivido antes del fatal desenlace y, lo más siniestro de todo, la roca que cubría la cabeza y bajo esta, la mancha de sangre ya negra por el paso de las horas.
El capitán Molina mantuvo la vista fija sobre la macabra escena por más de un minuto.
- Esta va a ser la noticia del año -dijo.
LA TACONUDA (3) El cabo Pagoada asintió pero no dijo nada.- Vainas así no se ven todos los días -continuó el capitán-, tanta saña en un crimen no es común.
Pagoada volvió a aprobar con la cabeza.
El capitán revisó las fotos que recién le habían traído del laboratorio. Recordó el frío, el frío y el viento que mordisqueaba el rostro de los que llegaron a hacer el levantamiento del cadáver. También recordó el cuerpo: joven, hermoso, frío, como elviento.
El capitán suspiro.
- Hay que ser desalmado para hacer una cosa así.
LA TACONUDA (4) La puerta del despacho se abrió de súbito. El sargento Rodríguez entró agitado.
-¡Vinieron a reclamar el cuerpo! -dijo.
-¿Lo identificaron? -preguntó el capitán Molina.
-Parece que sí, era una sirvienta, trabajaba con una familia muy rica.
Molina echó de nuevo un vistazo a las fotos. Sus ojos brillaron.-Bueno, esto ya es un inicio-dijo-. ¿Quién vino a reclamar el cuerpo?
-Dos hombres, un sirviente de la casa y el hijo de los patrones.
-¡Qué pasen ya! Vamos a ver sí desenredamos la madeja.
CONTINUARÁ...
LA TACONUDA (5). El cadáver yacía pálido sobre la camilla.
-¿Está seguro que es ella? -preguntó el capitán Molina.
-Sí -contestó el más joven de los dos hombres que habían llegado a reclamarel cuerpo.
El cabo Pagoada registró la pregunta y la respuesta en su libreta de apuntes, sin musitar una sola palabra.
-El rostro está muy desfigurado -insistió Molina.
-Es ella -dijo con seguridad el joven.
-¿Cómo puede comprobarlo?
-Su cuerpo... Es ella. Además esa es la ropa que llevaba puesta.
-¿Cómo dice que se llamaba?
-María Pastrana.
-¿Tenía parientes?
-No en la ciudad. Ella vinoa trabajar en la casa... Era de Soroguara.
Pagoada seguía escribiendo. El otro hombre permanecía absorto viendo el cuerpo desnudo y amoratado.
El capitán Molina lanzó un suspiro y con una mano le hizo una indicación al sargento que aguardaba junto a la puerta.
Molina le echó un vistazo al joven que aseguraba que el cadáver de rostro desfigurado era María Pagoada. Algo no le gustaba de aquelcatrín.
CONTINUARA...
LA TACONUDA (6). El sargento Rodríguez acompañó a los hombres hacia el depósito, en donde les entregaron los efectos personales de María Pastrana. El capitán Molina los había seguido en silencio y observaba desde la puerta del depósito Mientras retiraban las cosas.
El vestido floreado hecho jirones, una peineta y un zapato de tacón.
"Un zapato de tacón" pensó Molina.
-¿Aqué hora del domingo dice usted que salió ella de la casa? -preguntó Molina desde la puerta.
-A las nueve-respondió el otro hombre, el mayor de los dos.
-Iba bien arreglada ¿Tenía algún novio, alguien en especial con quien se quedara de ver?
-No, ese era su traje de domingo, siempre se vestía igual en su día libre- respondió el más joven.
Molina lo vio a los ojos, era una mirada fría, como el...